Ojalá que la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Manrique Guevara, así como la directora de Tránsito en el municipio de Puebla, María del Rayo Ramírez Polo, pongan orden en el verificentro ubicado en la colonia Mayorazgo, frente a la clínica 8 del IMSS.

Verificentro que es propiedad de Guillermo Pacheco Pensado, hijo del exgobernador Guillermo Pacheco Pulido, y quien logró la concesión por sus acuerdos y su estrecha relación con el exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

Propiedad edificada, por cierto, en un terreno que se adjudicó el famoso “Guille Pacheco” mediante acciones legaloides, permitidas y amparadas por el gobierno de su padre y de Barbosa.

El predio y el verificentro están situados a un costado de otro espacio verde del que, también, siempre han pretendido apropiarse los Pacheco, ubicado en la 11 Sur y avenida Margaritas, y el cual es de utilidad pública pero no de construcción por la inestabilidad del terreno.

Porque justo en esa zona atraviesa una vena subterránea que conecta a las lagunas de Valsequillo y San Baltazar con el río Atoyac.

El terreno en cuestión, incluso, funcionó en el pasado como una represa, la cual dotaba de agua a las colonias de la periferia, pero que desgraciadamente fue cubierta con tierra tras la urbanización de la zona.

Por ello es que toda el área de la avenida Margaritas y avenida Nacional siempre se inunda en época de lluvias.

Por cierto, en breve voy a actualizar la investigación realizada sobre ese caso en particular, el cual evidencia las marranadas legales de los Pacheco para arrebatar lo que antes era una zona boscosa a la colonia Mayorazgo y a sus habitantes.

El caso es que, tras lograr la venia y la concesión del verificentro con Miguel Barbosa, los Pacheco construyeron en dos patadas uno de los negocios más redituables de su vida, pues hace apenas unos días verificaron gran parte de las mil patrullas pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública del estado, las cuales fueron arrendadas por el gobierno pasado y por las que se pagaron mil 300 millones de pesos.

¿Qué tal?

¿A poco creerán que los poblanos se tragaron el cuento de que con el barbosismo se acabó la corrupción?

Y tampoco se olvida la absurda y fallida inversión barbosista de 600 millones de pesos en Banco Accendo.

Por cierto, ¿seguirán rentadas las mil patrullas de Barbosa, recién verificadas por los Pacheco, por el actual gobierno?

¿A poco no el verificentro de Guille Pacheco resultó todo un negociazo al amparo del poder?

Y todo gracias a los buenos oficios del barbosismo.

El caso es que por verificar en este negocio millonario, a los conductores les vale un comino bloquear uno de los dos carriles de la 11 Sur, donde se ubica el verificentro, lo que mantiene latente un posible accidente de consecuencias graves, ya que esa arteria vial es de alta velocidad porque hay una pendiente y una curva de intersección.

Los conductores, peligrosamente, solo tienen un carril para cruzar entre el verificentro de los Pacheco, sus clientes y la parada de RUTA que se encuentra enfrente, justo en la parte frontal de la clínica 8 del IMSS.

A ver si el famoso “Guille Pacheco”, junto con Beatriz Manrique y María del Rayo Ramírez hacen algo para poner orden y generar seguridad en la zona, la cual es un caos vial y una zona de muerte latente por la imprudencia de unos y el exceso de velocidad de otros.

¿O van a esperarse hasta que pase a una desgracia?

Resulta hasta prudente que tanto el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez; y el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, tomen cartas en el asunto.

Ya lo veremos.

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