Alrededor del municipio de San José Chiapa existe un tufo corrupción tras la llegada de la automotriz alemana Audi durante los primeros años del oscuro régimen morenvallista.

Y es que la instalación de la planta armadora no fue más que una millonaria subasta en la que, para ganarla, el siniestro Rafael Moreno Valle tuvo que desembolsar más de mil millones de pesos que los poblanos, nuestros hijos y nuestros nietos vamos a pagar como parte de la deuda heredada por este “magno proyecto de inversión extranjera”.

Audi, los sabemos, fue otra de las muchas mentiras que nos contaron durante la dictadura de Rafael.

Sobra recordar que el bodrio bautizado como Ciudad Modelo, fue, junto con el Museo Barroco y la Estrella de Puebla, el gran elefante blanco de Moreno Valle.

Ciudad Modelo es más bien el Pueblo Fantasma.

Como todas las “magnas” obras del gobierno morenovallista, la instalación de la automotriz alemana fue un jugoso negocio para el extinto priista y su grupo de hampones y hasta para su difunta esposa Martha Erika Alonso, quienes especularon con los precios de las tierras de los agricultores a quienes le compraron sus terrenos en precios de risa para después ser revendidos en dólares por metro cuadrado.

Mucho ya se ha escrito de la red de corrupción y especulación inmobiliaria en torno de la fantasmal Ciudad Modelo Audi, en donde personajes impresentables como Pablito Rodríguez Regordosa, Mario Rincón, Jorgito Aguilar Chedraui, Martha Erika Alonso, Roberto Moya, entre otros, se embolsaron decenas de millones de pesos tras el anuncio de que la firma de los cuatro anillos escogió a Puebla como uno de sus centros de operaciones en América.

Pero, existe un capítulo oculto en la “Trama Audi”, que no se ha contado.

Este reportero tuvo acceso a la carpeta de investigación que ya prepara la Fiscalía General del Estado, en conjunto con la Unidad de Inteligencia Financiera, en contra de un personaje que a la fecha no había sido involucrado en este pestilente negocio en el que se convirtió Audi.

Nuestro susodicho es arquitecto de profesión y hermano incómodo de un ex secretario que hasta hace poco ocupó una de las principales posiciones en el gabinete del gobierno del estado.

Las pruebas de las transferencias y la triangulación de recursos entre empresas y particulares ya reposan en el expediente de la Fiscalía y de la UIF.

¿Su nombre?

Enrique.

¿Sus apellidos?

Muy pronto serán revelado en este mismo espacio si es que la FGE no ejecuta la orden de aprehensión que seguramente ya tiene lista en contra de este personaje que fue uno de los principales beneficiados de la especulación inmobiliaria con la que los mecenas de Moreno Valle comenzaron a amasar, a un ritmo vertiginoso, patrimonios de escándalo.

No cabe duda que el gobierno del estado, durante el corrupto régimen morenovallista, sí fue un sistema económico del que un selecto grupo de pillos se vieron favorecidos una y otra vez.

Los marinistas ya parecen bebés en pañales en comparación con los morenovallista.

¿Las viudas y los huérfanos de Moreno Valle en serio creen que la gente quiere que la corrupción regrese a Puebla?

La cloaca ya se destapó y el olor fétido sigue abrumando a todos los pillastres que gobernaron el estado durante ocho años.

Esta sí fue la verdadera Trama Audi.