El Bayer Leverkusen mantiene vivo su paso imparable luego de que derrotara por 2-0 a la Roma en calidad de visitante en el primer ‘round’ de la semifinal de la Europa League.

Los comandados por Xabi Alonso siguen irreconocibles y sumaron a su perfecto palmarés una nueva victoria que les deja con un pie en el partido por el título del fútbol europeo.

La Roma no pudo sacar provecho de su condición de local y aunque tuvo espasmos en los que pudo irse arriba en el marcador, la realidad es que los goles en contra terminaron por hundir la moral.

La jugada más importante para el equipo italiano la tuvo Romelu Lukaku, quien estrelló un cabezazo en el travesaño que ahogó el grito de gol de la afición romana que en ningún momento dejó de alentar a su equipo.

Cuando el cuadro de la Loba jugaba mejor sobre el terreno de juego, apareció el gol de Florian Wirtz, quien aprovechó un error defensivo del equipo italiano que capitalizó de manera perfecta para adelantar a los visitantes.

A partir de ese momento, el equipo de las ‘aspirinas’ se adueñó del ánimo de su oponente y del control de la pelota, una condición que ha sido característica durante toda la temporada para el equipo alemán.

En la segunda mitad, la Roma siguió intentando encontrar el arco rival con poca idea y menos suerte. A quince minutos del final el Leverkusen puso el 2-0 definitivo que deja herido de muerte a la Roma.

Robert Andrich marcó un golazo descomunal. Pisó la pelota en los linderos del área y con poco espacio sacó un disparo que se anidó en el ángulo superior derecho del meta Svilar, quien solo siguió con la mirada la trayectoria de la pelota.

En los minutos finales del partido, la Roma tuvo la oportunidad de recortar distancias en la humanidad de Abraham. El delantero apareció solo dentro del área y con el arco abierto mandó su cabezazo por encima del larguero, desperdiciando una oportunidad de oro de poder buscar la remontada.

Con este resultado, la Roma está obligada a ganar en territorio alemán el partido de vuelta por una diferencia de dos goles para forzar a los tiempos extra o de tres o más para viajar sin contratiempos y de forma directa a la final.