Ahora que la cruzada contra la corrupción, que la Cuarta Transformación ha emprendido en Puebla, ya demostró que va en serio al revelar los primeros detalles de toda la estructura que el morenovallismo creó para desviar cientos de millones de pesos del erario del estado para engrosar las carteras del grupo de hampones que acompañaron a lo largo de una década al siniestro Rafael Moreno Valle y con la que logró operar las frauduentas elecciones del 2013, 2015 y 2018, no estaría de más que se haga un análisis a fondo de las perfiles que trabajan en el Sistema Estatal Anticorrupción.

Y es que la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía General de Puebla apenas se topó con la punta del iceberg de la corrupción del oscuro régimen morenovallista al descubrir la “Estructura Maya”, del preso Eukid Castañón; y las empresas factureras con las que los gobiernos del PAN lograron desfalcar de manera impúdica las arcas públicas.

Las labores tanto de la ASE como de la FGE han sido titánicas, ya que el andamiaje montado por Moreno Valle y su grupo político para ocupar el presupuesto de los poblanos como su caja chica para sus fines perversos tiene laberintos ocultos y cerraduras con llave, las cuales sólo conocen su paradero los huérfanos y viudas de Rafael.

Pero, la corrupción del moreovallismo aún cuenta con ciertos custodios que se mantienen infiltrados en el gobierno del estado y los organismos autónomos encargados del acceso a la información y la transparencia del quehacer público.

En una conferencia de prensa anterior, el gobernador Miguel Barbosa, además de señalar los onerosos salarios que perciben los integrantes del Comité Estatal de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, dejó claro que en dicho ente aún existen “morenovallistas puros”, quienes bloquean el curso de las investigaciones para seguir encontrando los detalles de la red de corrupción de Moreno Valle.

Barbosa Huerta no está equivocado.

Un caso evidente es de Luis Enrique Palacios Martínez, quien sigue infiltrado en el SEA como trabajador de la Unidad de Servicios Tecnológicos y Plataforma Digital y quien además es un panista célebre y en su momento muy cercano a Martha Erika Alonso de Moreno Valle.

No sólo eso, Palacios Martínez, quien tiene más de 25 años como militante de Acción Nacional, fue autor de un mamotreto llamado “Historia del Partido Acción Nacional en el Estado de Puebla 1939-2000”.

Para darnos una idea del fanatismo del morenovallista que aún se mantiene en los pasillos de la sede del Sistema Estatal Anticorrupción y quien además fue consejero estatal del partido azul, secretario de Elecciones del CDE y representante panista ante diversos organismos electorales.

Aunque la limpia de los perfiles ligados a Moreno Valle en el SEA comenzó con el ex director de Vinculación Interinstitucional Alejandro Upton Pérez, amigo muy cercano al alonsista David Rosas Armijo, la purga aún no termina.

(Tras salir del SEA, Alejandro Upton encontró cabida en la Unidad de Transparencia de Ciudad Modelo Audi gracias a que negó a sus padrinos políticos ante el director Mario Sánchez Decima, quien ya fue advertido de los nexos del morenovallista vergonzante).

Si la cruzada contra la corrupción morenovallista de la 4T va en Puebla la fumigación debe incluir a todos los niveles.

Off the record

Otro perfil que sorprende que aún se mantenga en el Comité Estatal de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción es del de María del Carmen Leyva Báthory, quien llegó al puesto de Comisionada Ejecutiva como cuota del ex gobernador Tony Gali y para cuidarle las espaldas.

Durante el gobierno municipal inconcluso de Gali Fayad, María del Carmen Leyva fue la Unidad de Transparencia del Ayuntamiento de Puebla tras traicionar al grupo de Eduardo Rivera.

Ya como gobernador del estado, Gali nombró a Leyva titular de la Coordinación Estatal de Transparencia y Gobierno Abierto, posición que ocupó por pocos meses, ya que el siniestro Moreno Valle exigió su cabeza por motivos no claros.

La cruzada contra la corrupción es un tema serio, pero aún personas que defienden la deshonra del pasado.

Defiende lo indefendible.