La búsqueda de la reelección como alcaldesa de Puebla sí está en el plan de ruta de Claudia Rivera para las elecciones intermedias del 2021.

La actual presidenta municipal de la capital ya está evaluando hasta dónde le alcanza para pelear otra vez por la postulación de Morena en la Angelópolis y lograr así repetir por otros tres años en el Charlie Hall.

De hecho, Rivera Vivanco hace un par de semanas le solicitó a Ignacio “Taico” Alarcón una reunión con el Consejo Coordinador Empresarial para pedirle a los integrantes de este consorcio su apoyo en la búsqueda de la candidatura del partido lopezobradorista y su posterior respaldo en los comicios del próximo año en los que se renovarán los 217 ayuntamientos de Puebla, las 41 curules del Congreso del estado y las 15 diputaciones federales que le corresponden a la entidad en San Lázaro.

Los colaboradores del primer círculo de Claudia Rivera están convencidos, desde el segundo semestre del año pasado, que la actual alcaldesa poblana puede repetir como la abanderada del Movimiento Regeneración Nacional en la capital pese a las encuestas, sesgadas o no, que no la colocan con números competitivos para aparecer de nueva cuenta en la boleta electoral que definirá al próximo inquilino del Charlie Hall.

Para nadie es un secreto que el inicio de la gestión de Rivera Vivanco fue un tanto atropellado por diferentes factores y circunstancias ajenas a la alcaldesa capitalina, ya que ningún otro edil había rendido protesta en octubre con un presupuesto ya comprometido y asignado; tampoco habían iniciado con tanta incertidumbre a consecuencia del Fraude Electoral orquestado por el siniestro Rafael Moreno Valle que derivó en un largo juicio en el TEPJF para definir al gobernador del estado; y el proceso de prueba y error por el que toda administración pasa.

También, Claudia Rivera cometió el error de entregar posiciones importantes de su gabinete a personajes que repitieron las mismas prácticas de los gobiernos panistas como el cobro de moches, corrupción, influyentismo y nepotismo.

Todo esto afectó en la percepción ciudadana y en la aprobación de la administración de Rivera, que, a pesar de los esfuerzos en materia de seguirdad, gobernabilidad y comunicación realizados en el presente año, el segundo ya de su trienio, no ha logrado componer el rumbo del barco que parece sólo navegar sin un rumbo fijo.

O sí, el de la reelección, que parece un puerto aún muy lejano.

Claudia Rivera, quien no ha perdido el sentido de la sensatez ni tampoco está aferrada al puesto, ya marcó su carta en caso de no lograr otra vez la postulación de Morena como candidata a alcaldesa de Puebla.

Se trata de su actual secretario municipal de Gobernación, René Sánchez Galindo, quien contaría con todo el apoyo de Rivera Vivanco para ser él quien busque la sucesión del grupo en el Palacio de la Avenida Juan de Palafox y Mendoza.

Fuentes de extrema confianza revelaron a este reportero que Claudia Rivera ya se encuentra cabildeando el nombre del titular de la Segom entre las esferas nacionales de Morena y en Palacio Nacional, con uno de sus grandes aliados en el C1 del presidente Andrés Manuel López Obrador: Alfonso Durazo.

Cuentan los enterados que la alcaldesa poblana aprovechó la última visita de López Obrador y de su gabinete de seguridad a Puebla el miércoles de la semana pasada para sondear la posibilidad de reelegirse como presidenta municipal de la capital, pero también para proponer a René Sánchez, quien en el 2016 estuvo a punto de ser el abanderado de Morena en la elección gubernamental de ese año en lugar del gris Abraham Quiroz, para ser el candidato del partido marrón a alcalde en el 2021.

Y es que, Rivera Vivanco sabe perfecto que su futuro, político y judicial, depende del proceso electoral intermedio del próximo año, pues en caso de que la postulación de Morena recaiga en el grupo del gobernador Miguel Barbosa, el calvario dará inicio desde el primer día de campaña y si el alfil del mandatario poblano llega a imponerse en la elección del primer domingo de junio, los días posteriores serán una auténtica pesadilla.

Por eso es que la alcaldesa de Puebla busca, a como dé lugar, que el candidato de Morena a presidente municipal sea alguien cercano de su grupo o alguien antagónico al gobernador Barbosa, como lo podría ser Fernando Manzanilla o Alejandro Armenta, con quienes tiene amistades en común cercanas al presidente López Obrador, y quienes le podrían dotar de tranquilidad una vez concluido su trienio.

Además de los puestos de poder, el 2021 es la lucha de la supervivencia de muchos.

Así, Claudia Rivera se enfrenta a su destino en el 2021.

Un auténtico todo o nada para la alcaldesa de Puebla.