Nadie puede negar que Genoveva Huerta es una madre dedica que quiere lo mejor para su hijo, aunque eso implique malversar recursos públicos y amasar de manera inexplicable una fortuna, que incluye casas en los residenciales más exclusivos de Puebla, coches del año y hasta un departamento en Cancún, Quintana Roo.

Bien dicen que las madres están dispuestas hasta quitarse la comida de la boca para dárselas a sus hijos.

Huerta Villegas no se quitó el bocado de la boca, pero sí cobros moches a su paso por la Cámara de Diputados, hizo un sinnúmero de dirty businees con el ahora preso Eukid Castañón, ha hecho las prerrogativas del CDE del PAN su caja chica, y hasta dejó sin presupuestos a los Comités Municipales del partido albiazul, siempre con la buena intención de que su pequeño no pase por las carencias que ella pasó en su niñez.

“La Jefa” Geno es de esas liliputienses del círculo rojo en Puebla que siempre buscan sacar política de cada situación, ya sea familiar, laboral, de salud para tener un beneficio electoral.

Su capacidad es muy limitada, pues su carrera política fue una de las muchas que se inventó el siniestro Rafael Moreno Valle para conformar un grupo de inexpertos, hampones y corruptos que secuestraron y quebrantaron durante 10 largos y oscuros años a la entidad poblana.

Corrían los últimos días de la campaña del 2018, en el búnker de Martha Erika Alonso ya se tenían claro los pronósticos que sería derrotada por dos dígitos por su entonces rival de Morena, el hoy gobernador Miguel Barbosa. El ánimo era peor que un funeral y la tensión podía cortarse con un cuchillo.

La casa de campaña de Genoveva Huerta olía a incienso y flor de cempasúchil, pues Leonor Vargas, la candidata morenista a diputada local por el Distrito 9, le llevaba una ventaja de 20 puntos. Los últimos días de la elección fueron una pesadilla para la actual líder estatal del PAN en Puebla.

Y es que, la derrota en las urnas no era la única cuestión que tenía deprimida a “La Jefa” Geno. La candidata fallida a diputada local tenía el corazón roto, ya que su novio Arturo Vega Jiménez y padre de su hijo, la había dejado a mitad de campaña.

El dolor Genoveva Huerta no era para menos, pues la ex diputada federal le consiguió una plaza de aviador a su ex pareja, lo consintió con viajes, ropa y hasta coche del año, pero el amor de la “La Jefa” no fue suficiente.

Incluso, Huerta Villegas se hizo la víctima con la extinta Martha Erika Alonso, quien le prometió ayudarla y a su hijo para salir adelante.

Con el despecho saliéndole por los poros, a la entonces candidata del PAN se le hizo una magnífica idea compartir en su muro de Facebook que sería “mamá luchona” y que su ex pareja Arturo Vega se arrepentiría por haberlas abandonado.

“Nos duele muchísimo tu decisión Arturo Vega Jimenez (sic), te deseo de todo corazón encuentres la felicidad…de ahora en adelante Jerónimo y Genoveva”, fue el mensaje que publicó “La Jefa” Geno acompañada por una fotografía cargando a su hijo, sin censurar el rostro del menor, y con una poliperforado de Martha Erika Alonso de fondo.