El 24 de marzo pasado, el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Javier Laynez Potisek, aceptó la controversia del Instituto Nacional Electoral (INE) en contra del “plan B” electoral, lo que resultó en la suspensión indefinida de la reforma propuesta.

Esto llevó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a declarar en su conferencia matutina que, en caso de que la Suprema Corte anule el “plan B”, ya tiene un “plan C“, que consiste en no votar por la oposición.

Sin embargo, las voces opositoras sugieren que el verdadero “plan C” de la presidencia es tomar el control del INE mediante la elección de nuevos consejeros y presidente, ya que la lista final de candidatos para el cargo está compuesta por opciones cercanas a Morena, según señalan.

Esto ha llevado a personas que se oponen a la cuarta transformación propuesta por el presidente a criticar sus afirmaciones.

El comunicador Carlos Loret de Mola sugiere que el “plan C” busca revivir el “plan B” electoral, mejor conocido como el segundo paquete de reformas a las leyes secundarias electorales.

Según Loret, a través del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y las dos ministras de la Corte que apoyan al presidente, Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, buscarán que la votación sobre si se aplica o no el “plan B” se realice la primera quincena de abril.

En caso de perder la votación, volverán a presentar las reformas a las leyes electorales, esta vez sin romper el trámite legislativo para evitar impugnaciones. Aunque Loret sugiere que la votación no se dará hasta la segunda quincena de abril, ya que las fuentes cercanas a la Suprema Corte le dijeron que así será.

“El ‘plan C’ funcionó para el obradorato: prácticamente garantizaron quedarse con la presidencia del INE . . . El obradorato vería frustrado su objetivo de resucitar el plan ”, escribió Loret de Mola para El Universal.

El presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, sugiere que el “plan C” de la presidencia no es más que “imponer consejeros a modo“. Sin embargo, señala que fracasará, ya que los perfiles que no cumplan con los requisitos de imparcialidad serán rechazados.

El grupo parlamentario del PAN también coincide en que los perfiles de la lista final están ligados a Morena y señala que el Poder Legislativo logró detener la reforma electoral constitucional que buscaba destruir el INE.

“El plan B está en ruta para ser desechado por inconstitucionalidad, pero ahora va el ‘plan C’, Morena quiere imponer a sus incondicionales en el INE. De una u otra forma quieren acabar con la democracia. No lo podemos permitir”, escribió Senadores del PAN en Twitter. 

En contraste, la politóloga Denise Dresser sugiere que el presidente se ha vuelto predecible y que su nuevo plan contra el INE simboliza la centralización, colonización, cuatitud y control, y que esto implica acabar con la democracia.

“Eviscerar o embolsarse a las instituciones para que siempre sean suyas. Aunque el agandalle -al peor estilo PRIANista- entrañe romper todas las reglas de la convivencia democrática” escribió Denise Dresser.