El presidente Andrés Manuel López Obrador, prometió este martes que no actuará en “nada por la fuerza” contra Ecuador, pero sí buscará “todo por el derecho” tras el allanamiento de la embajada de México en Quito y la ruptura de relaciones el viernes pasado.

El mandatario avisó en su conferencia matutina de que la canciller, Alicia Bárcena, presentará este martes ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) nuevas imágenes de la irrupción de las fuerzas ecuatorianas en la sede diplomática, además de la denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

“Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. Esto para los hermanos ecuatorianos, que son nuestros hermanos, para que no haya nada que temer y, como siempre lo decimos, no somos iguales, nosotros no somos autoritarios, no somos fachos, no pensamos que los problemas se resuelvan con el uso de la fuerza”, declaró.

Pero advirtió de que en su Gobierno “no pueden quedarse callados ante un agravio como el que sufrió” la “representación diplomática en Ecuador” y por eso están elaborando el documento que presentarán ante la CIJ, con sede en La Haya.

“Eso es lo que nos importa, que se actúe, porque se trata de una violación, no solo a la soberanía de nuestro país, sino al derecho internacional, al derecho de asilo, al derecho que tienen todas las naciones de tener protección a sus embajadas, esto se no se puede permitir, no se puede aceptar en ningún caso”, argumentó.

La crisis entre México y Ecuador comenzó el jueves pasado, cuando el Gobierno de Daniel Noboa declaró persona non grata a la embajadora mexicana, Raquel Serur, en respuesta a comentarios que López Obrador hizo el miércoles sobre el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio y sus consecuencias electorales.

México anunció el viernes que buscaría traer como asilado político al exvicepresidente Jorge Glas (2013-2017), quien se resguardaba en la embajada ante un proceso penal por corrupción, por lo que las autoridades ecuatorianas ingresaron por la fuerza para arrestarlo, lo que provocó que López Obrador rompiera las relaciones.

El presidente de Ecuador publicó el lunes una carta en la que aseveró estar “dispuesto a resolver cualquier diferencia” con México, pero reiteró que “la justicia no se negocia”, mientras que la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, alegó que México incumplió primero la Convención de Viena y la de asilo.