La principal directriz de la nueva estrategia que prepara el Gobierno de México para el hábitat de la vaquita marina es la inspección y vigilancia, mano dura de la Secretaría de Marina (Semar) para detener la captura ilegal de pez Tototaba y el uso en general de las redes de enmalle en la región.

Los detonantes para que la administración federal tenga un renovado interés en solucionar la crisis ambiental, social y económica en las comunidades de San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora, abandonadas hace dos años a su suerte, es el escenario de una eventual ampliación del embargo pesquero de Estados Unidos contra México, que se extienda del Alto Golfo de California a los 17 estados costeros del país.

Además del temor de sanciones comerciales al amparo del T-MEC, que entró en vigor el pasado 1 de julio, y que contiene reglas ambientales más estrictas para la conservación de especies protegidas.

Antes de que el acuerdo llegue a manos del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos y el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo discutirán este lunes la propuesta con el almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de la Semar, en una reunión a puerta cerrada en las instalaciones de la Marina-Armada de México.

La iniciativa plantea fortalecer la presencia de la Semar para regresar la legalidad y el respeto al estado de Derecho en el Alto Golfo de California, con apoyo de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Administración General de Aduanas, combinado con labores de inteligencia.