En el Instituto Electoral del Estado (IEE) las cosas están peor que nunca; incluso, existe la amenaza que la actual administración, encabezada por la consejera presidenta, Blanca Yassahara Cruz García, pudiera convertirse en la peor en la historia del organismo.

Y la razón es simple: al IEE lo están desmantelando.

Porque con el pretexto de una supuesta limpia o purga para disque renovar los cargos del instituto, Doña Blanca ha ordenado renovar casi todas las áreas.

Sólo que con un pequeño detalle, “que se emplee y contrate a todos sus recomendados”.

Y con sueldos de envidia.

Lo malo es que esto podría perjudicar directamente la operatividad del IEE, ya que se está contratando a gente sin experiencia en materia electoral, lo que pone en entredicho la organización de unos comicios pulcros, transparentes y limpios en 2024.

Mientras, los flamantes consejeros del instituto ahora extrañamente están ciegos, sordos y mudos, porque no dicen ni pio.

La actitud de Cruz García, aseguran, es intolerable porque se siente Dios en el poder.

Aunque, se dice que tampoco es distinta a la que ejercía cuando trabajaba en el INE, donde recurría a la intimidación de supervisores y asistentes electorales para crear sus cotos de poder.

Me aseguran que existen muchas anécdotas sobre la actitud de Blanca Yassahara Cruz, como aquella en la que su maltrato llegó a tal punto que supervisores y capacitadores del INE decidieron emplazar a una huelga o renunciar, previo a la jornada electoral 2017-2018.

O aquella que se dio en el proceso electoral 2020-2021, cuando fue designada encargada de despacho en la Vocalía de Organización Electoral de la Junta Local Ejecutiva del INE, donde al incumplir las expectativas en apenas dos meses fue relevada del cargo.

Porque eso sí, ella las hacía pero no las consentía y se hartó de la presión del trabajo.

Esto, desde luego podría explicar, tal vez, todo lo que ahora sucede en el IEE.

Todo lo que los consejeros y funcionarios callan y tratan de ocultar por beneficio propio.

Porque los únicos jodidos en el IEE son los trabajadores menores, a quienes están despidiendo todos los días y sin explicación ni liquidación alguna.

Lo último que le preocupa al consejo general del instituto son los derechos de los trabajadores, a quienes pueden pisotear sin que nadie diga nada.

Me pregunto ¿dónde carajo está la Contraloría del organismo y su titular Ignacio López Caso?, quien evidentemente está solapando una y otra vez la violación a la normatividad que rige al IEE.

¿Dónde están los consejeros que integran la Comisión Especial para la Atención sobre Denuncias por Presuntas Faltas Administrativas?

¿Por qué no hacen nada al respecto?

¿A qué hora trabajan?

¿Por qué solapan el sin fin de arbitrariedades contra los trabajadores, las cuales la Contraloría ni ve, ni escucha?

Pero eso sí, en el IEE ya se sumaron otros tres despidos, los cuales se agregan a la larga lista de más de 30 trabajadores echados a la calle, tras la llegada de Blanca Yassahara Cruz al IEE:

Nombre Puesto Sueldo Ingreso Área
Alejandro Niklenson Flores Latorre Jefe de Oficina. Permanente $13,811.70 01/05/2019 Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos
Norma Angélica Camacho Jasso Jefa de Departamento de Planeación, Seguimiento Administrativo y Control de Archivos. Permanente $17,139.48 01/09/2019 Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos
Janet Mauriño López Analista 1-IA de Soporte en Planeación. Permanente $12,120.88 17/11/2015 Subdirección de Planeación y Evaluación

Lo más triste es que el despido de estos empleados del IEE se ejecutó sólo para privilegiar el ingreso de amigos, comadres y compadres de los consejeros.

Prueba de ello es que se despidió a Janet Mauriño para facilitar el ingreso al área administrativa y poder contratar a Soledad Guzmán López, hermana de Fredy Guzmán López, asistente de la consejera Evangelina Mendoza Corona, presidenta de la Comisión Permanente Administrativa.

¿Qué tal?

Así se las gastan los consejeros y la presidenta del IEE.

Lo grave, insisto, es que el nuevo personal que se está integrando al instituto, en su mayoría, carece de experiencia en materia electoral, además que se desconoce cuál fue el método de su reclutamiento.

¿Se habrá hecho por convocatoria, por aviso clasificado, por invitación directa o por compadrazgo?

Los cargos que se están renovando más bien deberían ser para la poca gente con experiencia que queda en el IEE, cosa que no es así.

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