La Federación Estadounidense y la selección femenil cerraron su disputa por discriminación salarial con un acuerdo por el que las jugadoras recibirán 24 millones de dólares como indemnización y tendrán el mismo sueldo que el combinado masculino.

Este acuerdo supone una importante victoria para la Selección Estadounidense femenil, que había demandado a la Federación por desigualdad salarial respecto a lo que cobran los jugadores de la selección masculina.

En un comunicado conjunto, la Federación y las jugadoras señalaron que trabajarán “orgullosamente” y de la mano para “avanzar en la igualdad” en el mundo del futbol.

Medios de Estados Unidos detallaron que las jugadoras de la selección se repartirán 22 millones y apuntaron que la Federación abonará 2 millones más, que serán para ayudar a las jugadoras una vez que se hayan retirado del deporte profesional y también para iniciativas benéficas relacionadas con la igualdad en el futbol.

La Federación también se comprometió a que los integrantes de sus equipos femenil y masculino cobren lo mismo tanto en amistosos como en torneos oficiales.

Esta disputa comenzó en 2016 con una queja que cinco jugadoras de la selección presentaron ante la Comisión de Oportunidades e Igualdad en el Empleo de Estados Unidos por discriminación salarial.

Esas cinco futbolistas que dieron un paso al frente fueron Megan Rapinoe, Alex Morgan, Carli Lloyd, Becky Sauerbrunn y Hope Solo.

Tres años más tarde, 28 jugadoras de la Selección Estadounidense denunciaron a la Federación por los mismos motivos en una corte federal de California.

La selección femenil es una gran potencia internacional y ha ganado cuatro Mundiales (1991, 1999, 2015 y 2019), unos éxitos que dejan muy atrás a un combinado masculino que ni siquiera se clasificó para Rusia 2018.