La incongruencia de Genoveva Huerta ya tocó límites jamás alcanzados este fin de semana.

Y es que, la exdiputada federal, quien, junto con Fernando Manzanilla, tiene secuestrado al PAN exhibió de nueva cuenta su doble discurso con el que se ha conducido desde que el siniestro Rafael Moreno y su esposa Martha Erika Alonso la impusieron al frente del Comité Directivo Estatal del partido albiazul.

Con un solo tuit, Huerta Villegas dejó claro que la congruencia y la insensatez son los pilares que rigen su gestión como la lideresa en Puebla de Acción Nacional, pues sin ningún recato y sin rasgos de memoria, la aspirante a alcaldesa de la capital se sumó (sin ser invitada) al irrisorio desplegado que impulsaron los voceros de la BOA, León Krauze y Héctor Aguilar Camín, para exigirle al presidente Andrés Manuel López Obrador respetar la libertad de expresión en México.

¿En serio “La Jefa Geno” exige el respeto a la libre prensa y la libertad de expresión cuando ella pretende amordazar a los medios de comunicación durante las campañas electorales del 2021 al sentirse ya la abanderada panista en la Angelópolis?

¿Con qué calidad moral Huerta exige el respeto a la libertad de expresión cuando ella es una intolerante que no soporta la crítica y atenta contra los periodistas en Puebla que le resultan incómodos como este reportero y el director de Diario CAMBIO, Arturo Rueda?

Ver: Genoveva Huerta quiere ponerles mordaza a los medios en el 2021

En su columna del pasado jueves, Fernando Maldonado exhibió las denuncias promovidas ante el IEE con las que Genoveva Huerta busca amordazar al autor de Tiempos de Nigromante y a quien esto escribe. En las dos querellas exactamente iguales y que no soportarían el escrutinio de un pasante en Derecho, la lideresa panista argumenta —sin ningún sustento— que hemos incurrido a violencia política de género en su contra, en una clara vendetta de la exlegisladora y de Manzanilla Prieto luego de que este columnistas y Arturo Rueda hemos sido los principales críticos de la dupla que tiene cooptado al partido azul y exhibido sus corruptelas y la de sus familiares.

En el expediente que me involucra, Huerta Villegas dejó muy claro que calificarla como “marginal y radical” es lo que más le incomoda. Pero, la lideresa estatal no admite que su oposición a los gobiernos de Morena en el estado es sistemática, malintencionada y malversada.

Genoveva tampoco reconoce que “marginal y radical” es alguien que ataca a una persona por sus discapacidades físicas o que se burla de que una persona haya contraído el Coronavirus.

En su denuncia, la lideresa panista también hace hincapié en que no tiene carencias mentales ni limitaciones naturales y que tildarla así en mis columnas atenta contra su dignidad como mujer, pero no reconoce que estas opiniones se enfocan en su visión política y no en su género, pues una persona que usa en coche a pesar de las disposiciones oficiales que prohibieron el tránsito durante el confinamiento en Puebla y que pone en riesgo la salud de toda una comunidad no cuenta con el raciocinio suficiente ni la capacidad para dirigir a un partido.

Ver: Mirón Thomé, detrás de la mordaza a los medios que planea Genoveva Huerta para el 2021

“La Jefa Geno” agregó en su querella que su carrera política no es mediocre y que al catalogarla así daña su condición de mujer, sin embargo, los asesores jurídicos de Huerta la han engañado, una vez más, pues solo falta recordarle que la presidenta del CDE panista ha participado en dos elecciones como candidata, con una victoria en la era morenovallista y de la mano del preso Eukid; y una derrota escandalosa en el 2018. Es decir, una efectiva electoral del 50%, lo que podría considerarse como mediocridad en cualquier análisis público.

Por último, la exlegisladora se dice víctima de violencia política luego de que este reportero replicó la información de que su asesor de lujo es Eduardo Alcántara y que su actual pareja, Irving Vargas, cobran en la nómina del CDE azul y que, para ello, Huerta excluyó a mujeres de las principales carteras del Comité Directivo en lo que sí representa un claro ataque al género feminino.

Genoveva Huerta, está claro, pasó de noche la licenciatura en Derecho y por eso optó por ser una aviadora en la SEP y meterse a política ante sus carentes conocimientos legales y procesales.

La lideresa del PAN, quien, a través de Manzanilla, controla a los consejeros Luz Alejandra Gutiérrez y José Luis Martínez, tuvo que recurrir al IEE como su única opción para buscar amordazar a quien esto escribe y a Arturo Rueda al ya hacerse con la candidatura a la alcaldía de Puebla en el 2021, idea que solo vive en su obnubilada cabeza.

Huerta Villegas sabe a la perfección que su denuncia en contra de los dos periodistas, en todo caso, tuvo que ser por daño moral y no por violencia política de género, pero al promoverse ante la Fiscalía General del Estado estaba perdida, ya que sus argumentos son endebles y escuetos.

Ahora, desde lo político busca amordazar al Incorrecto y a Diario CAMBIO.

¿Qué le incomoda tanto a Genoveva Huerta?

Está claro: la verdad.

La intolerancia en tiempos de la incongruencia política.

¡Pobre panismo poblano!