La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Puebla no fue ningún día de campo, pero tampoco la travesía de un terreno minado; lo único que la manchó, tal vez, fue la mega manifestación que le cayó durante su estancia en San Pedro Cholula.

Sin embargo, el presidente se sintió cómodo en el estado, en la capital, donde convivió y pudo reunir en su gira a la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, y al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

Algo que, desde luego, no se había dado desde hace meses entre ambas autoridades, las cuales han mostrado y hecho públicas -en todo momento- sus diferencias a pesar de pertenecer al mismo partido, al de Morena.

El mandatario mostró el punch de la presidencia e hizo que tanto Claudia como el gobernador Barbosa se cuadraran y olvidaran por un momento sus graves diferencias.

Eso, por supuesto, nos conviene a los poblanos, quienes lo que queremos es que se trabaje por Puebla, por la ciudad más importante y por el bien del propio estado.

Las grillas políticas, el odio y el rencor ya deberían haber quedado fuera de la agenda del gobierno desde hace mucho tiempo.

En general, a la presidenta municipal y al gobernador digamos que les fue muy bien con el presidente y quedaron empatados en simpatías, en acciones de gobierno y en el aprecio que les brindó AMLO.

La presidenta Claudia Rivera y el gobernador Barbosa, acompañaron al presidente Andrés Manuel en su tradicional conferencia de prensa mañanera, donde se habló de seguridad y de las estrategia federal, estatal y municipal que se implementa en la entidad.

En su discurso, el gobernador Barbosa se mostró muy positivo, afable, agradecido con el apoyo federal y muy sensible al tema de inseguridad, el cual dijo que ya se ha podido atacar de forma frontal.

Asumió una actitud distinta a la de sus conferencias de prensa mañaneras.

Posteriormente, el titular del ejecutivo federal sostuvo un desayuno privado con el gabinete que lo acompañó en la gira por Puebla, así como con los titulares de las fuerzas armadas del país y por la presidenta Claudia Rivera y el gobernador Barbosa.

El desayuno se llevó a cabo en las instalaciones de la zona militar de Puebla, y durante el evento el presidente convocó al respeto y al trabajo en equipo para lograr un mejor desempeño gubernamental.

Hasta allí, luego de haber encabezado el 54 Aniversario del Plan DN-III-E, en la zona militar, y donde, por cierto, arribaron los manifestantes de Antorcha Campesina para intentar mostrar su inconformidad con AMLO, todo transcurrió de manera normal.

Un momento que llamó la atención fue la presencia de María de Lourdes Rosales Martínez, quien acompañó a la presidenta Claudia Rivera a su participación en la gira presidencial.

Empero, durante el evento del Plan DN-III-E, la edil capitalina no fue invitada al estrado. Sólo estuvo presente el gobernador Barbosa y los jefes de las fuerzas armadas.

Ya en San Pedro Cholula, la gira del presidente Andrés Manuel se vio empañada por la mega manifestación organizada por integrantes del Frente Nacional Ciudadano (Frena), también por Antorcha Campesina, por trabajadores de salud y por ciudadanos que se manifestaron mediante una caravana vehicular.

Las expresiones de repudio al gobierno de AMLO se escucharon fuerte y nunca cesaron durante los discursos mencionados en lo que fue el “Informe de reconstrucción de Puebla 2017-2018”, donde el más apenado fue el presidente municipal de San Pedro, Luis Alberto Arriaga Lila, de Morena.

Al presidente del país le molestó de sobre manera la manifestación convocada en su contra y durante su discurso arremetió en contra de los antorchistas, a quienes acusó de haber “jineteado” los recursos públicos gestionados por ellos para los pobres.

Poco antes anunció algo que a todos los poblanos nos conviene, pues dijo que en cada uno de los 217 municipios del estado habrá una sede o sucursal del Banco del Bienestar, en total 223.

A pesar de ello, la manifestación, los gritos y sombrerazos continuaron y nunca cesaron, algo que justificó AMLO diciendo que Antorcha aplicaba “el moche” y “el piquete de ojos” cuando gestionaba apoyos para los pobres.

En Puebla dijo que en México y su gobierno se acabo la corrupción, por lo que pueden organizarle manifestaciones y darle golpes a su gobierno en el ámbito local, nacional e internacional, pueden hacer y deshacer, “pero no vamos a dar ni un paso atrás, se acabó la corrupción, no se permite robar, pues el dinero del presupuesto es del Pueblo”, atajó.

El presidente sostuvo que en su gobierno se va a acabar la corrupción y la impunidad, y remató su discurso con su ya clásica expresión de “me canso, ganso”.

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