Que peligrosa resulta para la ciudadanía una revuelta policíaca que mantiene a un grupo de por lo menos 400 gendarmes ausentes de sus labores, dando paso a la delincuencia en Puebla.

Aunque, pensándolo bien, me parece más peligroso aún el hecho de que el conflicto policial derive de un enfrentamiento y de un conflicto político entre dos niveles de gobierno, el municipio y el estado.

Y siendo sinceros, a nadie conviene un paro de labores de los policías que se supone están para cuidarnos y para garantizar la paz social.

Porque si en activo los policías no dan una, no quiero pensar cómo está aprovechando la delincuencia el momento para hacer de las suyas y para burlarse del a manifestación policíaca.

Si ya existe un acuerdo salarial del 14 por ciento qué más quieren los policías, y qué esperan para ponerse a trabajar.

Lo que deberían hacer es respetar el aumento otorgado, de entrada, y tratar de que las autoridades acepten revisarlo nuevamente a fin de poderlo incrementar en la medida de lo posible.

Porque si los policías de Puebla no trabajan entonces los poblanos estamos a merced de la delincuencia en todas sus modalidades.

No hay lugar en Puebla, hay que reconocerlo, cien por ciento seguro; ni siquiera la capital del estado es garantía de paz y tranquilidad porque la mujer, por ejemplo, sigue siendo violentada, acosada, golpeada y asesinada.

Y qué decir de las personas mayores; tan sólo ayer asesinaron a puñaladas, de forma violenta y sangrienta, a un anciano que mostraba una casa en venta de la colonia La Paz.

Y mientras nuestros policías manifestándose, haciendo grilla, exigiendo un salario más alto y abonando a una disputa política.

Sin duda, sus reclamos, exigencias y solicitudes laborales en materia económica son válidas, pero deberían hacerlas en horas no laborales para que pudieran ser verdaderamente legitimas y más contundentes.

Hasta para eso les falta imaginación.

Apuesto lo que sea que si fuesen creativos y respetuosos de sus horas de trabajo lograrían más credibilidad, más apoyo y mucha más solidaridad de los distintos cuerpos policíacos en el resto del estado.

Me parece que podrían llamar incluso aún más la atención de sus distintos mandos, y captar el verdadero interés del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

La seguridad de los ciudadanos es un tema que no puede estar a negociación.

Es un servicio público indispensable que no puede regatearse, y menos cuando Puebla se ha convertido en un lugar donde se han registrado detenciones de distintos capos de la droga, del huachicol, de delitos de cuello blanco, de fraudes, de feminicidios, entre otras infracciones graves.

Insisto, es lamentable que se esté jugando, manejando, manipulando y peleando vía los elementos de seguridad municipal y estatal.

¿Los ciudadanos qué culpa tenemos de las grillas y guerras políticas?

¿Nosotros qué tenemos que ver con las diferencias del municipio y el estado?

Y eso que los gobiernos son del mismo partido, de Morena.

Que daño le están haciendo a su partido.

A ver si todo esto no se lo cobran los ciudadanos en las urnas el próximo año, cuando se tenga que reelegir o renovar la presidencia municipal de Puebla y el Congreso del Estado.

También en este caso deberían sentarse a dialogar y a resolver sus diferencias el gobernador Barbosa y la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco.

¿Hasta cuándo van a seguir peleando?

Y los policías hasta cuándo van a dejar su protagonismo para ponerse a trabajar y a cuidar la integridad de los poblanos.

En momentos como estos de pandemia, de crisis económica, de inseguridad, de desempleo, de incertidumbre, de caos y guerra política, debemos ser muy cuidadosos y creativos si queremos manifestarnos.

No es en automóviles de lujo, ni haciendo memes, ni mentando madres a todo mundo como vamos a cambiar las cosas.

Es más bien con hechos, con inteligencia, con responsabilidad como podemos apoyarnos y lanzar exigencias.

¿Cómo exigimos algo si no ponemos un ejemplo inteligente y razonable?

Si actuamos con sensatez incluso sometemos a las autoridades a que hagan lo mismo.

Debemos ponerles la muestra de lo que se debe y no hacer cuando se está inconforme con algo.

¿Es tan complicado?

No abonemos más al momento tan difícil por el que atravesamos los poblanos, y en general los mexicanos.

Basta ya de guerras y locuras.

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