En política existen muchas reglas no escritas, pero, tal vez, una de las más importantes sea que “nadie se quiere pelear con el águila”, en alusión a que nadie en el círculo rojo desea confrontarse contra el presidente de la República, por lo que este cargo representa en poder.

Miguel Barbosa es un hombre de poder que posee un timming preciso para avanzar conforme a las circunstancias y las coyunturas. Su carrera forjada en los principales lobbys de la Ciudad de México lo llevó a desarrollar este talento, el cual lo ha llevado a presidir el Senado de la República y a gobernar a Puebla.

A pesar de haber transito siempre en las esferas del poder Ejecutivo, Barbosa Huerta sabe colocarse, cuando es necesario, en el lado de la oposición y permanecer en la esquina de lo oficial.

Que el gobernador poblano haya marcado su “Sana Distancia” con el presidente Andrés Manuel López Obrador no representa un rompimiento ni un “choque de trenes” como algunos ven esta diferencia actual, pues solo hay que recordar que por ahí del 2012, en el contexto de la firma del “Pacto por México”, Barbosa tuvo que encabezar una dura oposición desde el interior del PRD en contra de AMLO, quien aún era el líder moral del Sol Azteca aunque comenzaba ya a dar los primeros esbozos de los que ahora es Morena, para apoyar las reformas estructurales que impulsó el entonces presidente priista Enrique Peña Nieto.

Tampoco es la primera vez que Miguel Barbosa se muestra como oposición del poder. Durante el oscuro régimen del siniestro Rafael Moreno Valle, el nacido en Zinacatepec fue, cuando los tiempos políticos así lo marcaban, uno de los principales aliados del extinto ex gobernador, y rompió con él cuando debía hacerlo.

El decreto firmando por el gobernador de Barbosa este fin de semana para evitar que las industrias automotrices y de la construcción ya regresen a las actividades a partir de este lunes en pleno pico de contagios del Covid-19 contraponiendo a las indicaciones del gobierno federal, no es más que otra muestra de que, a pesar de caminar en la misma ruta de la 4T, el gobernador de Puebla sabe perfectamente cuando mostrarse como oposición de sus propios aliados si así lo amerita.

Y es que, Barbosa Huerta en un auténtico acto republicano, optó por ignorar las decisiones precipitadas de López Obrador, quien está dispuesto a apurar el regreso de la “Nueva Normalidad” a pesar de que México aún no está preparado para retomar las actividades, así sea de manera escalonada, pues la contingencia sanitaria no ha pasado ni mucho menos disminuido en el país.

Desde el inicio de esta epidemia del Coronavirus, el gobernador de Puebla ha seguido su propio plan y diseñado su estrategia aparte de la del gobierno de la República, la cual no solo ha sido reconocida por el IMCO, sino que logró sacar al estado en apenas unas semanas de los primeros puestos de contagios y muertos en el país.

Sobra decir que, para Miguel Barbosa, antes que cualquier pleitesía o seguimiento a ciegas hacia Andrés Manuel López Obrador, está la salud de los poblanos y sus decisiones, hasta ahora, así lo han demostrado.

Mientras la oposición se “hace bolas” y paga portadas en medios nacionales para intentar descarrilar, sin ningún éxito, al gobierno del estado con la aprobación de la Reforma Educativa en la entidad, el ejecutivo local sigue de cuerpo completo en su tarea de salvaguardar la salud de los poblanos sin importar sus abiertas diferencias con el presidente de México.

Con muy poco, Barbosa es más oposición para AMLO que la misma oposición.

La “Nueva Normalidad” sí se aplicará en Puebla, pero entre Barbosa y López Obrador.

La Franja se queda en Puebla

Pocos son los detalles que se conocen de la nueva franquicia de los Delfines de Mazatlán, pero los que son públicos es que Monarcas Morelia y no el Club Puebla será la franquicia que desaparecerá en la Liga MX una vez que inicie el Clausura 2020, ya que el Apertura fue cancelado por la contingencia sanitaria.

Lo que parecía casi un hecho a inicios de año que era la venta de La Franja terminó por ser, una vez más, un intento fallido para dejar sin fútbol de primera división a Puebla.

No sabemos si el gobierno del estado intervino para evitar la venta del equipo camotero, pero, los aficionados del Club Puebla ya nos podemos quedar tranquilos al saber que la Franja permanecerá en la Angelópolis.

Que nadie diga que la remera de la franja en el pecho es un equipo con suerte.