Ni la pandemia ni las teorías conspirativas son capaces de detener el avance de las redes de Quinta Generación (5G) en el mundo.

“Hoy más que nunca la conectividad es clave. Con la difusión de COVID-19, las redes de telecomunicaciones fijas y móviles se han convertido en una parte aún mayor de la infraestructura crítica, lo que demuestra la importancia de la calidad en la conectividad”, explicó el presidente y CEO de Ericsson, Börje Ekholm.

Por lo anterior, la tecnología 5G juega un papel predominante al ser capaz de aumentar significativamente el rendimiento y desarrollar nuevos modelos de negocio para los operadores de telecomunicaciones.

Al inaugurar el evento Ericsson UnBoxed Office, el directivo aseguró que los próximos tres años determinarán el panorama empresarial de las redes 5G y una clave será el ecosistema que se genere.

Ante esto, la empresa está desarrollando equipos y soluciones que permitan aprovechar la nueva generación de las redes en diferentes áreas. Desde el Ericsson Studio ubicado en Kista, Suecia, se mostró que el 5G puede cambiar por completo el ciclo de vida de un automóvil al quitar los cables en la fábrica hasta tener un análisis completo de su historia para elegir qué partes se pueden reciclar.

A esto se añadió la posibilidad de integrar en un scooter, rentado por aplicación, llamadas sobre la red para que los usuarios puedan comunicarse con la empresa que brinda el servicio. Incluso si el vehículo se cae, hace una llamada automática a su matriz y envía su posición en caso de accidente.

Ericsson también está colaborando con el fabricante Audi para tener fábricas más seguras. Tienen un proyecto en el que un brazo robótico es capaz de detectar movimientos cercanos y parar su operación.