España salió ayer a la calle en una gran fiesta y en avalancha. Tras siete semanas de confinamiento por la pandemia de coronavirus, millones de personas por fin pudieron dejar sus hogares para pasear y hacer deporte.

Salieron por avenidas, calles, caminos y playas, y tal fue la oleada, que era imposible respetar la distancia de seguridad, en ocasiones incluso yendo en grupo y muchas veces sin la mascarilla recomendada para protegerse del agente infeccioso.

Ayer los españoles pudieron salir por primera vez desde el 15 de marzo a caminar o a practicar deporte de manera individual, poniendo fin a uno de los confinamientos más estrictos de toda Europa.

El gobierno implementó un sistema de turnos para evitar el abarrotamiento, pero fue insuficiente. De 6:00 a 10:00 y de 20:00 a 23:00 se permitió a los mayores de 14 años en adelante dar paseos cortos y practicar deporte. Entre mediodía y 19:00 fue el turno para los menores de 14 años —un máximo de tres y acompañados de un adulto—, y el resto de franjas horarias se reservaron para los mayores de 70 años o personas dependientes con cuidador.

Esta relajación de las estrictas medidas de emergencia para combatir la pandemia se enmarca en el inicio de una apertura muy limitada de pequeños comercios y negocios de hostelería a partir de mañana.

Esta apertura progresiva llega después de que la pandemia parece bajo control en España. Los nuevos casos divulgados muestran un aumento diario de casos de 0.6 por ciento, frente a 35 % de los peores momentos.

MASCARILLA, OBLIGATORIA

Los españoles estarán obligados a usar una mascarilla de protección en los transportes públicos a partir de mañana para evitar un rebrote de la pandemia, anunció el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.