Ahora que se dio la declinación de Santiago Creel Miranda, a favor de Xóchitl Gálvez, en la carrera por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, todo se empieza a acomodar para la designación del abanderado en Puebla al gobierno en 2024.

Evidentemente, Creel se dio cuenta del arrastre de Xóchitl y del fenómeno en el que se ha convertido, por lo que no le quedó más remedio que aceptar que no es rival para competirle.

Una decisión, desde luego, sabia del diputado federal con licencia del PAN para garantizar su futuro político.

Porque con su declinación, Creel seguro negociará su permanencia en la Cámara baja del Congreso de la Unión y, por qué no, su posible llegada al Senado.

Como aliado de Xóchitl Gálvez podría pedir posiciones para él y los suyos, las cuales le permitan trascender en el 2024.

Incluso, podría servirle a la futura candidata presidencial del Frente Amplio por México de operador en Puebla, lo que le permitiría a Marko Cortés Mendoza, líder nacional del PAN, destrabar las cosas en la entidad en lo que respecta a la candidatura al gobierno.

Porque Marko, todos sabemos, tiene compromiso con el grupo antagónico al del presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, al que no halla cómo decirle que Lalo se quedará con la candidatura al gobierno si así lo dispone.

Siendo Santiago Creel uno de los operadores de Xóchitl Gálvez, la declinación del grupo contrario al edil capitalino, el cual lo apoyó en su búsqueda por quedarse con la candidatura presidencial de la oposición, sería tal vez más fácil.

Porque recordemos que la aspiración de Creel en Puebla la apoyaron los diputados federales panistas Ana Teresa Aranda Orozco, Carolina Beauregard Martínez, Humberto Aguilar Coronado, Mario Riestra Piña y Genoveva Huerta Villegas.

Así que Creel tendrá que pedirles a sus muchachos que apoyen con todo a Xóchitl, junto con sus disposiciones en el estado de cara al 2024.

Y entre ellas está la postulación de Eduardo Rivera como el próximo candidato al gobierno por el Frente Amplio.

Fue la misma Xóchitl la que le pidió al edil capitalino, durante su visita a Puebla, no rechazar la candidatura y asumirla de forma que los proyectos de ambos se fortalecieran en el proceso electoral que se avecina.

Por lo tanto, la declinación de Creel permite que los astros se le alineen a Rivera Pérez, quien se empieza a convencer de que sí hay posibilidades de ganar la gubernatura abanderando a la oposición en el estado.

En ese sentido, me parece que si los diputados federales panistas, quienes apoyaron la causa de Creel, estarían siendo incongruentes si no respaldan las candidaturas tanto de Xóchitl como de Lalo Rivera.

Ya solo falta que el presidente municipal capitalino se decida a hacer públicas sus aspiraciones y a convocar a la unidad en su partido, la cual le hace mucha falta en Puebla.

Por cierto, ayer la senadora panista Nadia Navarro sostuvo un encuentro con el líder nacional del PAN para tratar sus aspiraciones de cara al 2024, y Marko Cortés lo que hizo fue darle coba.

Porque, insisto, Xóchitl Gálvez será la candidata del Frente Amplio y ella quiere a Lalo Rivera como abanderado al gobierno de Puebla.

Ni más, ni menos.

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