El pasado 31 de enero, Ángel Almazán Juárez, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero (Semaren), reveló que Zoochilpan de Chilpancingo, Guerrero, sacrificó a cuatro cabras para que los trabajadores las comieran en la fiesta de Año Nuevo. Esto se dió a conocer tras una investigación realizada por la Secretaría del medio Ambiente y recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Además, habría más casos de acusación en contra de dicho zoológico, como lo es la venta de cuatro watusis por 65 mil pesos el 8 de diciembre, resaltando que el dinero no fue depositado a la cuenta del parque, si no a la del exdirector José Rubén Nava Noriega.

“El movimiento de los watusis nunca fue autorizado por la Semaren, Semarnat ni la Profepa”, acusó Almazán.

En el mismo hilo de acusaciones, una cebra habría sido intercambiado por ciervos rojos sin autorización el 3 de enero, siendo entregada a René David Trujillo Sotelo en San Juan del Río, Querétaro, desconociendo su ubicación y condiciones.

Aunado a esto nuevos borregos de Berbería fueron vendido en 54 mil pesos de los cuales solo 6 mil 500 aparecen en la factura y el resto del dinero no ingreso a las cuentas del zoológico, se señala que Nava falsificó la información par que el Semarnat le brindara la autorización de venta con el objetivo de “comprar insumos para el zoológico”.

Los señalamientos no se detienen ahí, pues un jaguar, un a guacamaya, un halcón cola roja y 10 serpientes se encuentran desaparecidas, además de que un venado murió por negligencia, tras haber sido rescatado por vecinos de Chilpancingo.

Almazán indica que no existen compras de medicamentos por el parte del zoológico y que Nava realizaba muestras de laboratorio en un negocio familiar, por lo que siempre subía los precios.