Gabriela Alejandra Guzmán Pinal nació el 9 de febrero de 1968 en la Ciudad de México, siendo la primer hija del matrimonio entre Silvia Pinal y Enrique Guzmán.

Con tan sólo dos meses de nacida, ‘La Guzmán’ tuvo su primera aparición dentro del programa televisivo Silvia y Enrique, que protagonizaban sus padres y desde niña decidió que quería dedicarse a la música, aunque su madre se oponía.

Durante su adolescencia, y a escondidas de Pinal, Alejandra tocó puertas en diferentes lugares buscando una oportunidad. Fue hasta que el español, Miguel Blasco, produjo su primer disco, lanzando como sencillo el tema “Bye mamá”, el cual provocó que madre e hija se distanciaran y se dejaran de hablar durante seis meses. Tanto en entrevistas como en su serie biográfica, la ‘Reina de Rock’ ha confesado que durante su juventud no tuvo una buena relación con Silvia Pinal, pero afortunadamente esto ha mejorado con el paso de los años y, tras ella convertirse en madre, la cantante asegura que ahora entiende muchas actitudes de su progenitora.

En 1997, la rockera declaró en un programa de televisión haber ingresado por primera vez a rehabilitación, gracias a una promesa que le hizo a su nana antes de que ésta muriera de diabetes. Pero pocos años después y a raíz de perder el bebé que engendró con Gerardo Gómez de la Borbolla, la cantante cayó en una fuerte depresión que la llevó a recurrir de nueva cuenta al alcohol. Meses después de su recaída, Alejandra ingresó de nuevo a rehabilitación para superar las adicciones con las que lucha constantemente desde entonces.

La vida amorosa de la cantante también ha sido expuesta al ojo público a lo largo de su carrera, siendo el empresario Pedro Moctuzuma una de las parejas más importantes para la rockera y con quien procrearía a Frida Sofía, su única hija. Pero aunque Guzmán fue envidiada por su larga lista de conquistas, en la que incluso se encuentra Ricky Martin, no estuvo exenta de vivir grandes decepciones, como la de su único esposo, Farell Goodman, de quien se divorció tras ser detenido por tráfico de drogas.

La salud ha sido otro tema difícil para la intérprete, ya que además de padecer cáncer de seno en el 2007, en el 2010 le fue inyectada una sustancia peligrosa en los glúteos para hacerlos crecer, lo que la llevó al borde de la muerte, pues más tarde se descubrió que se trataban de polímeros que enfermaron su cuerpo y que han tenido que ser retirados en más de 20 cirugías; aunque aún permanece un gran porcentaje del dañino material en el cuerpo de Guzmán quien sigue lidiando con las secuelas del tratamiento estético.

Sin duda, además de ser una bella y exitosa cantante, Alejandra Gúzman ha dado cátedra de fortaleza y perseverancia, llegando a los 53 años como todo un ícono de la música, en espera de poder reconciliarse pronto con su hija Frida Sofía de quien lleva más de dos años distanciada, buscando justicia en la demanda que entabló contra el empresario Larry Ramos por fraude, y disfrutando su reciente romance con un misterioso empresario inglés.