Hace una semana, el Gobierno federal presentó la ruta crítica para llevar a cabo el ciclo escolar 2020-2021 en una modalidad a distancia. Una de las principales preocupaciones recayó en la inaccesibilidad a los contenidos televisivos para los sectores incomunicados del país. Con ello, la brecha tecnológica se ha convertido en uno de los principales síntomas de un sistema con amplias y muy diversas carencias.

En términos generales, “la promesa de una vida mejor a partir de las propuestas contemporáneas de la individualidad y el racionalismo no han cumplido con las expectativas”. Así lo expresó el Dr. José Sánchez Aviña, director de la Biblioteca Interactiva Pedro Arrupe, SJ de la IBERO Puebla, durante un ciclo de conferencias organizado por la LX Legislatura del Congreso del Estado de manera conjunta con el Instituto de Administración Pública del Estado de Puebla A.C.

Entendida como proceso, la educación supone la vía de construcción del individuo comunitario con capacidad de transformación de las realidades que atenten contra su bienestar. En otras palabras, representa la posibilidad de ser humanos y ejercer nuestras libertades.

Para el experto, “toda educación está orientada por una visión antropológica que define al modelo de hombre que se busca formar”. En ese sentido, explicó, se debe favorecer la formación de ciudadanos conocedores de sí mismos, y de sus entornos; capaces de aprovechar la ciencia y la tecnología; solidarios y comprometidos en la búsqueda de la justicia para todas y todos.

Contexto de Puebla

La administración del gobernador Miguel Barbosa Huerta ha apostado por el denominado modelo de las 4A, el cual establece a la educación como derecho humano progresivo. Es decir, se concibe como un fin en sí mismo, así como una llave de acceso a otros derechos. Esta denominación hace referencia a cuatro características de la educación de calidad: Asequibilidad o disponibilidad, Accesibilidad, Aceptabilidad, y Adaptabilidad.

Sánchez Aviña recordó la Ley Estatal de Educación publicada el pasado 18 de mayo, la cual fue construida desde una perspectiva de justicia social. Destacó que dicha ley refuerza la dimensión de la educación como un bien de interés público y retoma la responsabilidad del Estado de promover el bienestar social. Además, representa la de impulsar una educación intercultural y fortalecer subsistemas históricamente desatendidos.

“El Estado tiene la responsabilidad esencial de atender las necesidades educativas de toda la población, especialmente de aquellos que históricamente han sido menos favorecidos”: José Sánchez Aviña.

Por otro lado, enumeró algunas de las áreas de oportunidad de la nueva normativa. Exhortó a establecer un sistema de mejoramiento continuo de todo el sistema educativo poblano y no sólo de cada escuela. Esto es, entre otros aspectos, modernizar la Secretaría de Educación Pública como órgano responsable de conducir la educación del estado.

Como la coyuntura ha evidenciado, la cooperación internacional para el mejoramiento de la educación y el fomento de los nuevos sistemas de información y comunicación como un medio para la educación son ejes importantes a considerar. De igual manera, se debe poner atención a la relación entre educación y mercado laboral, anteponiendo la perspectiva de justicia social sobre la de mercado.

Retos estructurales

El mundo pospandemia supone transitar en múltiples realidades emergentes marcadas por la incertidumbre. El sistema educativo deberá comprender los nuevos contextos a los que se enfrentará, los cuales serán escenarios de carencias potenciadas y adquiridas.

Para José Sánchez, es indispensable reivindicar la educación como derecho de todas y todos los mexicanos, siendo la calidad educativa el factor definitorio; esto es, que hace referencia a que la educación realmente responda a las necesidades expresas de la población que la recibe. Además, la noción de la educación como asunto público obliga el establecimiento de puentes con los diferentes actores sociales.

La educación, dijo, debe tener un enfoque social, pues es una fuente natural para concebir una sociedad más justa y equitativa, promotora de dignidad de cada integrante de la sociedad mexicana. Para ello, debe regirse por principios de desarrollo humano más allá de los indicadores de escolaridad.

Otro de los retos planteados está en consolidar a la Secretaría de Educación de Puebla como garante del ejercicio pleno de este derecho. En esa pretensión, la ética debe ser el marco en el cual se desarrolle toda actividad realizada en el ámbito educativo. Finalmente, el académico mencionó la importancia de revalorizar al magisterio, dar apertura a la participación ciudadana y actuar en la reducción de brechas educativas.

Cambio de enfoque

Durante el cierre de su intervención, Sánchez Aviña recordó el valor del aprendizaje como ejercicio situado. “La educación se desarrolla en situaciones concretas, con personas reales, por lo que resulta fundamental aceptar la necesidad de conocer y comprender las diversas realidades”.

Sobre esa línea, las decisiones en educación deben abrevar de las decisiones auténticas de la ciudadanía, para procurar una educación contextualizada en materia socioeconómica, política, cultural, institucional y conceptual. Esto supone la transformación del Estado mexicano, pasando de uno benefactor, corporativista y clientelar hacia uno orientado a la construcción de gobierno a partir de las necesidades de su población.

Concluyó que la educación bajo el modelo Con Todas y Todos pretende visibilizar a las personas, a las comunidades y a la diversidad de las regiones del estado para reconocer su derecho a estar presentes. “Estamos de frente a una educación que abandona la trasmisión cultural y se coloca sobre la vía del desarrollo cultural”, cerró.