José Juan Espinosa, tras la muerte de su dueño, el siniestro Rafael Moreno Valle, en la navidad del 2018, perdió la cordura y la memoria.

El ex alcalde de San Pedro Cholula es uno de los muchos huérfanos que dejó en Puebla el exprriista fallecido hace poco en el famoso “Helicopterazo de Coronango”.

Espinosa Torres, todos lo saben, fue el quintacolumnista del morenovallismo en las filas de Morena para escuchar y mantener al tanto al búnker de Martha Erika Alonso de cada uno de los movimientos de Miguel Barbosa, a la sazón candidato del partido lopezobradorista en la elección sucesoria de hace dos años.

La traición forma parte del ADN del Pequeño Emperador de Cholula.

En su último artículo de opinión (llamar así a ese bodrio, lleno de faltas de ortografía y una sintaxis digna de un analfabeta funcional, es un piropo) publicado en el portal de noticias e-consulta bajo el título “La Famosa Reunión con Barbosa”, José Juan Espinosa intentó aclarar —sin dejar claro nada— que después del 2019 no ha visto al gobernador Barbosa, esto luego de que el presidente del Congreso del estado, Gabriel Biestro, reveló hace unas semanas que el ex edil cholulteca ya le imploró perdón al mandatario poblano.

A pesar de que el “JJ” insiste en su entrega que lleva casi un año sin reunirse con Barbosa Huerta, este reportero pudo confirmar que Espinosa, en efecto, ya se le fue a hincar al mandatario poblano para suplicar su perdón, pues tras la detención de Eukid Castañón, su conciencia no le deja descansar al saber y estar al tanto de la larga lista de delitos por los que podría ser el próximo vecino de celda en San Miguel del panista preso por extorsión y amenazas.

De hecho, el encuentro fue gestionado por su exesposa la senadora Nancy de la Sierra, pues el legislador no tuvo el valor de buscar el mismo al mandatario poblano.

También, José Juan Espinosa me menciona en su cuento de ficción al apodarme como “niño cantor” de Miguel Barbosa, quien supuestamente me había mandado para impedirle el paso al Hotel Crown Plaza, del Bulevar Hermanos Serdán, el cual fungió como war room del entonces abanderado de Morena el día de la jornada electoral de los comicios extrordinarios del 2019.

Le recordé que el día de la elección extraordinaria cuando estaba a punto de entrar al hotel donde se encontraba el “war room” me envió a uno de sus niños cantores, a Gerardo Ruíz a amenazarme y decirme que ni me acercara a saludar al Gobernador pues “yo los había traicionado y por mi culpa se había perdido la capital y las Cholulas”, mintió alevosamente el diputado local.

Mi exjefe en Diario CAMBIO, Arturo Rueda, me enseñó que tenía que leer la mayoría de notas y columnas de tinte político, aunque fueran basura. Este es el caso de la entrega de Espinosa Torres, además de estercolera, es mentirosa e imprecisa, ya que en ningún momento amenacé y muchos menos fui enviado por el otrora candidato morenista a impedirle el paso.

Es cierto, asistí en calidad de invitado al Crown Plaza para presenciar el festejo de Barbosa y a mi llegada me topé con José Juan Espinosa en la entrada del recinto; él venía a pasos acelerados y con el semblante desencajado de regreso del salón en el que Yeidckol Polevesnky daba a conocer los resultados de las encuestas de salida que le daban al candidato de Morena una ventaja irreversible frente a Enrique Cárdenas, del PAN. Justo en el lobby del Hotel, el “JJ” y yo no cruzamos y al saludarlo ironicé con la frase: “Qué mal te fue en Cholula, José Juan”.

De inmediato, la vena de la yugular se le llenó de sangre y balbuceando por el enojo y sabedor de que su traición estaba expuesta al operar a favor del abanderado de Acción Nacional en aquellos comicios me contesto: “pues eso diles a Arriaga (refiriéndose al alcalde de San Pedro Cholula) y a Barbosa”.

Varios exintegrantes del equipo de campaña barbosista fueron testigos de este encontronazo.

Desde que José Juan Espinosa quedó expuesto como un traidor al pactar, a las pocas horas de que el TEPJF validó el Fraude Electoral contra Barbosa Huerta, con los Moreno Valle romper la mayoría de Morena en el Congreso a cambio de más negocios negros en Cholula y congelar todas las denuncias en su contra, perdió todo sentido de sensatez y cordura.

Por si fuera poco, Espinosa Torres repitió su traición en el 2019 al financiar la campaña de Enrique Cárdenas y patrocinar las campañas negras contra Miguel Barbosa en dicha elección, a través del pull de empresas de su nuevo amo Enrique Alfaro conocido como la Naranja Mecánica: Indatcom, EuZen Consultores y la Covacha, consorcio que también recibió jugosos contratos durante la gestión de José Juan en Cholula en San Pedro.

Un dato: Indatcom, EuZen Consultores y la Covacha son los encargados de la campaña en anuncios espectaculares del “Lobos Estás Ahí” en Jalisco en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Espinosa también va a negar que su fan page de Facebook “SÉ Puebla” le pertenece y la opera Indatcom, que encabezó la guerra sucia contra Barbosa al meterse con su familia y su estado de salud?