El aspirante presidencial Gustavo de Hoyos cometió este martes el peor error, que bien le podría costar su lugar en las elecciones sucesorias del 2024, en lo que va de su gestión al frente de la Coparmex: hacerse de los servicios estercoleros de Javier Lozano.

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana nombró al “Analfabeta Funcional” Lozano como su nuevo vocero especial con el objetivo claro de ser la voz del empresariado del país en esta guerra abierta contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, una vez que el presidente reiteró esta semana su disgusto con la iniciativa privada y sus “moditos”.

Y es que López Obrador reventó por enésima ocasión en contra de los hombres fuertes de la IP en el país al negar el visto bueno del gobierno federal a la estrategia del BID Invest, la rama de finanzas privadas del Grupo BID, que establecerá un programa para entregar hasta 12 mil millones de dólares en financiamiento para empresas en México debido a la contracción de la economía.

“No me gusta mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes, si ya no es como antes, antes el poder económico y el poder político eran lo mismo, ahora ya no, ahora el gobierno representa a todos, hay una separación del poder económico y del poder político. ¿Cómo que se hace un acuerdo y ahora que Hacienda lo avale, qué nosotros estamos aquí de florero, de adorno?”, fueron las palabras exactas de AMLO.

Tras esto, de Hoyos Walther no se quedó de brazos cruzados y optó por buscar en las cloacas una respuesta a la postura enérgica del presidente de México.

A pesar del sinnúmero de alternativas y estrategias por las que pudo optar, el presidente de la Coparmex rescató del desempleo al intransitable de Javier Lozano, quien desde que dejó el Senado de la República, al que llegó por la puerta del servicio al perder en las urnas en los comicios del 2012, se convirtió en una paria más creada por los gobiernos del PAN sin oficio ni beneficio más que el de gastarse los millones de pesos robados a su paso por la Secretaría del Trabajo en el sexenio de Felipe Calderón y en durante las corruptas administraciones morenovallistas en Puebla.

Ahora, Lozano Alarcón será el perro de rancho de la Coparmex: estará amarrado en las fiestas y lo soltarán para las broncas.

Y es que, Javier Lozano no sirve para otra cosa más que para ser un bravucón de cantina y un esbirro al servicio del mejor postor.

Para eso fue empleado por el siniestro Rafael Moreno Valle, quien lo utilizaba sólo para los procesos electorales para aventar mierda al ventilador y ensuciar a todos con sus calumnias, dilecta y retórica barata y su sarcasmo sin gracia.

Lo que Gustavo de Hoyos no recordó es que su nuevo vocero no sólo tiene un pasado lleno de corrupción después de ser acusado por extorsión en contra del empresario chino Zhenli Ye Gon.

No sólo eso, sobre los hombros del nuevo perro rancho de la Coparmex también recaen el escándalo de la extinción de Luz y Fuerza del Centro.

¿Cómo de Hoyos Walther pudo hacer vocero a un personaje como Lozano que atenta contra los derechos laborales y contra el empresariado?

Ver para creer.

Pero si esto no fuera poco, el presidente de la Coparmex omitió que su nuevo plomero está también señalado como amigo cercano de presuntos huachicoleros.

No está de más recordar que Lozano Alarcón fue corrido de una manera humillante del gobierno de Tony Gali una vez que se descubrieron sus vínculos con las bandas dedicadas al robo de hidrocarburos en Puebla, delito por el que fue detenido, acusado y después liberado el famoso Othón Muñóz Bravo, “El Cachetes”.

Qué bonito historial del nuevo vocero de la Coparmex.

Cuando al fin a la Confederación Patronal de la República Mexicana se le empezaba a tomar en serio, Gustavo de Hoyos optó por vulgarizar su oposición hacia el gobierno lopezobradorista.

Javier Lozano es lo peor de la política en Puebla.

Eso lo sabe hasta un analfabeta funcional.

Seriedad, señores.