A tan solo un día de que Morena revele a los ganadores de las encuestas que definen precandidatos en nueve estados que renovarán Gobierno en 2024, particularmente en Puebla, la guerra interna está desbordada.

En el estado se viven las consecuencias de un choque de trenes entre solo dos bandos: el del senador Alejandro Armenta Mier y el del diputado federal, su primo, Ignacio Mier Velazco.

La lucha por la coordinación de la defensa de la cuarta transformación en el estado es una batalla a muerte entre ambos.

De hecho, ha trascendido que debido a que ayer la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desechó la impugnación en contra del acuerdo de paridad del Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que los partidos tendrán que postular a cinco mujeres y cuatro hombres en las próximas elecciones, la Ciudad de México (CDMX) será para Clara Brugada y no para Omar García Harfuch.

Esto permitirá que en la entidad fuese designado candidato y no candidata, y que el abanderado de Morena al Gobierno de Puebla saldrá de entre los primos Mier.

Ello ha obligado a sus respectivas huestes, a sus equipos de campaña, a sus estructuras, asesores y operadores a emprender sendas guerras sucias para tratar de tirar a su adversario.

Porque sería pecar de ingenuo no entender las buenas y malas prácticas de dos políticos experimentados, expriistas y ahora morenistas, que piensan que están muy cerca de lograr la candidatura de su partido para hacerse de la gubernatura.

Incluso, me parece que el resto de los aspirantes, a pesar de haberse declarado ganadores y ganadoras de la famoso encuesta madre, ya saben que no les alcanzó para emparejar y rebasar a los Mier.

En el caso de las mujeres, ellas siempre apelaron a que en el estado, Morena decidiera lanzar a una candidata al Gobierno y no a un varón.

Sin embargo, las condiciones siempre fueron difíciles para que una mujer se convirtiera en la virtual candidata.

Puebla dependía de la CDMX, donde todo parece indicar que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) impondrá a Claudia Brugada, por encima de la voluntad de Claudia Sheinbaum Pardo, la abanderada presidencial morenista.

Es por ello que esta semana, previo a la designación y nombramiento, los chingadazos, patines y mentadas entre los Mier están a la orden del día.

Tan solo ayer surgió una supuesta conversación fake en redes sociales, entre Nacho Mier y Mario Delgado Carrillo, líder nacional de Morena, la cual según evidenciaba un acuerdo o componenda entre ambos para lograr la candidatura al Gobierno de Puebla.

Empero, fue el mismo Nacho Mier quien calificó como un “burdo montaje” la supuesta conversación, realizada, según sus operadores, con Inteligencia Artificial (IA).

Eso sí, los nachistas acusaron al senador Alejandro Armenta de haber sido el autor intelectual de la supuesta conversación filtrada, por lo que este mismo desmintió en redes sociales la supuesta autoría del material.

Sin embargo, durante la mañana de ayer se acusó a Alejandro Armenta de estar colocando propaganda a su favor por todo el estado, a pesar de la veda decretada por su partido. Acto seguido, sus lideres y operadores desmintieron los hechos.

A Armenta se le acusó de estar pegando posters con su imagen y con la leyenda “En la encuesta Armenta es la respuesta”.

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