Cada una de las 68 lenguas originarias que se hablan en México encierra una cosmovisión y saberes “para interpretar y entender el mundo natural y cultural en un entramado de significados que componen la memoria histórica y la vida de nuestros pueblos”, planteó Alfonso Hernández Olvera, titular de la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe.

En un acto con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebró ayer, dijo que las autoridades educativas trabajan para que en 2022 se cumpla con la obligación legal para que los planes de estudios tengan un espacio curricular para las lenguas indígenas.

“Estamos ocupados en hacer realidad que las niñas y los niños indígenas aprendan y se alfabeticen en su lengua materna, y después aprendan el español como segunda lengua”, afirmó en el marco de la inauguración del Diálogo, reflexión y prospectiva de la educación indígena, intercultural y bilingüe en México, organizado por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Enfatizó que las lenguas originarias “son un tesoro de un valor incalculable” y su importancia no sólo radica en el hecho de ejercer una comunicación en la vida cotidiana, sino que garantizan la transmisión de cultura.

Los idiomas indígenas del país y la cultura de esos pueblos “han resistido y persistido en el tiempo a pesar de las condiciones sociales, culturales y políticas en las que se han podido desarrollar”.