Me niego a reconocerme como compañero de profesión de personajes viles y misóginos como Arturo Rueda o Rodolfo Ruiz.

El ingrato oficio del periodismo no merece más humillaciones como las que a diario le hacen pasar los directores de Diario Cambio y de e-consulta.

Para alzar la voz y hacer una crítica hay que poner nombres y apellidos.

El abogado y el consultor político, ambos doblados a “periodistas”, no representan al periodismo poblano.

Y es que, no hay nada más miserable y ruin como atacar cobardemente a una mujer por su físico, color de piel u orígenes.

Sólo alguien con traumas, complejos y sin ninguna ética profesional sería capaz de fomentar públicamente el odio en contra del género femenino por el simple hecho de su apariencia física.

En los últimos días hemos sido testigos de la cara más cruel, despiadada y excesiva de la libertad de expresión en la aldea.

Una “libertad de expresión” que cada vez más pierde el rumbo por el grupo que desde hace más de 20 años tiene secuestrado al periodismo poblano.

Durante el fin de semana, Arturo Rueda, a quien personalmente conozco y a quien por muchos años reconocí como el “periodista” más estudiado de Puebla —hasta que el affaire con Jorge Estefan Chidiac le arrebató toda la dignidad—, publicó un video en el que ofende de manera infame a la alcaldesa de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, por su tez, complexión y orígenes.

El autor de la columna Tiempos de Nigromante utilizó calificativos denigrantes, misóginos y clasistas, que no serán replicados en este espacio, para criticar a la presidenta municipal, a quien conozco personalmente desde el 2015 cuando me tocó cubrir como reportero la persecución de la que fue objeto por el siniestro Rafael Moreno Valle por defender las tierras de San Andrés de la expropiación ilegal que planeaba el extinto priista, quien siempre se ha mostrado orgullosa de sus raíces cholultecas.

¿Doctor, qué hubieras hecho si alguien insultara así a Doña Lupita?

El odio de Arturo Rueda contra Karina Pérez inició desde que la alcaldesa decidió no renovar al inicio de su gestión el jugoso convenio que Cambio tenía con el corruptazo Leoncio Paisano; luego, en el marco de la inauguración de la réplica de la Capilla Sixtina la alcaldesa cholulteca intercambió un par de reflexiones con el “periodista”, quien esperaba algún reclamo airado de ella que jamás llegó, por lo que su frustración fue en aumento.

La presidenta de San Andrés es una mujer que jamás pierde la compostura ni ante sus misóginos detractores.

Tras esto, Rueda comenzó una campaña de odio con ataques personales contra Pérez Popoca, una vez que los “periodicazos” en contra de su administración se perdían en el olvido y no “doblaron”, como el director de Cambio esperaba, a la edil sanandreseña.

El jueves, la presidenta municipal le respondió a Arturo con un video a la altura de su investidura y sin ensuciarse en este potrero creado por el “periodista”.

¿Cuál fue la respuesta de Arturo Rueda?

Valentonarse y retar a la presidenta municipal, ofrecer una disculpa forzada y continuar con sus ataques sinsentido.

Cómo hubieran cambiado las cosas para el “periodista” si hubiese reconocido su error y tal vez, sólo tal vez, hubiera ofrecido una disculpa sincera.

La naturaleza de Rueda siempre lo traiciona.

Pero, aún faltaba tocar fondo y llegó el turno de Rodolfo Ruiz, quien ya sólo es el recuerdo de aquel gran periodista que fue algún día.

Su odio hacia el barbosismo lo tiene cegado.

Luego de que la diputada local del PT, Lupita Muciño, estuvo en el ojo del huracán por presentar una iniciativa que buscaba sancionar con cárcel el vandalismo de encapuchados durante manifestaciones o protestas en Puebla, la cual fue malentendida por algunas asociaciones civiles y mal inducida por la propia legisladora, “Candyman” Ruiz evidenció, una vez más, su lado misógino y miserable.

Esta no es la primera vez que el autor de la columna “La Dulcería de los Milagros” ataca a una mujer cercana al gobernador Miguel Barbosa. Hace algunas semanas, el “periodista-asesor” atacó a la familia de la coordinadora de Comunicación Social, Verónica Vélez, para continuar con su guerra sucia en contra del gobierno del estado.

Hasta en los códigos de la mafia está prohibido meterse con la familia.

Ruiz Rodríguez aprobó la publicación de una fake news, la cual difundió en sus redes sociales personales, en contra de la diputada Muciño en la que se exponían las supuestas operaciones que la legisladora petista se hizo en el rostro, información que llegó a varios reporteros de la fuente política a través de un chat anónimo de whatsapp y que el politólogo no tuvo a bien corroborar.

Para el “periodista misógino” las operaciones estéticas que millones de mujeres se hacen a diario tienen un “gran valor” periodístico.

La inagotable miseria humana de Rodolfo Ruiz, vocero de la BOA en Puebla, no tiene límites, pues el egresado con honores de la UPAEP y exdocente de la UDLAP utilizó una fotografía para retratar los cambios físicos de Guadalupe Muciño.

Lo que el miserable “periodista” ignoraba fue que la foto del “antes” de Lupita fue tomaba cuando la diputada padecía cáncer, enfermedad que después venció.

(De hecho, la legisladora del PT ofreció hace poco una conferencia en el Congreso del estado en la que contó entre lágrimas sus emotivas experiencias tras vencer a la enfermedad que mata a millones alrededor del mundo).

Al ser señalado otra vez como agresor de las mujeres, Ruiz, de manera cobarde y sin ofrecer disculpas a la legisaldora, eliminó de su portal la nota contra Muciño.

¿Hasta dónde puede llegar la desgracia de un ser humano como Rodolfo Ruiz para burlarse de una sobreviviente?

Señor Rodolfo, es usted una mierda de ser humano.

¿Este es el periodismo que merece Puebla?

No, señores.

Sí, en este medio existen los acosadores, los misóginos, los barbajanes y los mezquinos, pero no todos somos iguales.

En la nueva generación de periodistas, quienes nos hemos aventurado a lanzar nuestros propios medios de comunicación, está la responsabilidad del cambio.

¡Ya basta de Arturos Rueda y de Rodolfos Ruiz!