Otra vez se equivocaron quienes esperaban que este miércoles diera inicio la Guerra Frías entre Andrés Manuel López Obrador y Miguel Barbosa durante la visita a Puebla del presidente de la República.

A lo largo de los más de 80 días que ha durado el confinamiento por la crisis epidemiológica del Covid, mucha tinta se regó y muchos cuentos se inventaron para asegurar que el gobernador poblano había marcado su “Sana Distancia” con López Obrador ante las diferentes visiones de ambos para enfrentar la pandemia a nivel nacional y local, respectivamente.

Los agoreros del caos, esos que son los voceros de la BOA poblana, se quedaron sentados esperando algún reclamo o reprimenda de AMLO hacia Barbosa Huerta.

Sus portadas anunciando a ocho columnas el rompimiento entre Barbosa y López Obrador quedarán guardadas en los archivos en donde duermen el sueño de los justos todos esos reportajes que nunca vieron la luz a lo largo de una década para criticar al siniestro Rafael Moreno Valle.

Y es que, para algunos corifeos de la Granja de los Conejos, Moreno Valle debe ser canonizado por ser el patrono protector de la libertad de expresión en Puebla y el santo patrono de los derechos de los periodistas.

Lo que sí quedó demostrado, una vez más, es la armonía y sinergia que existe entre el gobernador de Puebla y el presidente de México.

De hecho, López Obrador reconoce en Miguel Barbosa a uno de los mejores gobernadores del país capaz de controlar en poco menos de un año la inseguridad que heredó de los gobiernos morenovallistas.

Logro, que, por cierto, también reconoció como parte de los esfuerzos realizados por la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera, quien de manera discreta y sin hacer alarde sigue mejorando los indicadores de seguridad en la Angelópolis, como así quedó demostrado en los datos oficiales dados a conocer este miércoles por el gabinete de seguridad federal durante la mañanera en las instalaciones de la XXV zona militar de la capital.

El presidente de México no escatimó en elogios hacia Barbosa y hacia Rivera Vivanco; lo mismo ocurrió con Luis Crecencio Sandoval, titular de la Sedena, quien aplaudió la batalla la administración barbosista y el Ayuntamiento riverista han emprendido contra la delincuencia y contra el crimen organizado.

De hecho, el secretario de la Defensa Nacional reconoció la labor que el Gobierno del Estado realiza en la capital poblana, pues la fuerza estatal es la que han intervenido para atender la delincuencia “se ubica como la parte de la capital con mayor número de delitos y ahí tienen concentrada a la policía estatal para poder atender esta situación y esto ha sido muy exitoso”.

Palabras que dejaron heladas a la enana oposición de la aldea, que apenas logró juntar a 50 automovilistas para realizar otra ridícula caravana en San Pedro Cholula durante el recorrido de AMLO en el municipio gobernador por Luis Alberto Arriaga, quien también fue muy bien recibido por el presidente de México.

En respuesta a las cortesías de López Obrador, el gobernador Barbosa, sin pelos en la lengua para evitar las malinterpretaciones de la prensa del BOA, dejó claro que su gestión se rige por los ejes del lopezobradorismo y la filosofía de Morena.

El mandatario poblano mostró otra vez su formación parlamentaria para refrendar públicamente su alianza con AMLO.

“Puebla no se apartará de la ruta y de los ideales del titular del Ejecutivo federal. Los liberales, como el presidente, combaten la corrupción, la pobreza, la desigualdad, la inseguridad pública y atienden las demandas de la sociedad”, contestó Barbosa a los halagos de la federación.

¿En dónde quedó la Sana Distancia entre López Obrador y Barbosa?

Puros cuentos de los voceros del BOA.

Sobra decir que tanto el presidente de México como el gobernador de Puebla están conscientes que no es tiempo para mostrar división en Morena en las vísperas del inicio del proceso intermedio del 2021, en el que ambos pondrán a pruebas sus capacidades electorales para conservar la mayoría en sus Congresos.

Al parecer Susana Distancia no fue invitada a la gira de AMLO en el estado.

¿Ahora qué van a inventar las plumas viudas de Moreno Valle para asegurar que Morena y la 4T se derrumba en el estado?

La oposición se desmoraliza un poco más.

Off the Record

Un personaje que no pasó desapercibido este miércoles en la visita de López Obrador a Puebla fue José Luis Nájera, quien ya regresó a ser el secretario particular del gobernador Barbosa.

Nájera se separó por unos meses del primer círculo del mandatario poblano para no dañar la amistad que existe entre ambos.

Las grandes amistades, como la de José Luis y el gobernador Barbosa, necesitan estos breaks para no verse afectadas por el convivio diario y por la carga laboral.

Najera siempre ha estado a lado de Barbosa en los momentos más oscuros del gobernador poblano como en el 2012 y en el 2018.

Su amistad va más allá del cheque quincenal o de los cargos públicos.

Se cae otra mentira de los niños cantores de la BOA.