Ni porque el secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, exhortó y reconvino al Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE) para que se pusiera a trabajar y convocara a sus sesiones ya de manera presencial, y no virtual, sus consejeros le hicieron caso.

Contrario al llamado, la consejera presidenta del organismo, Blanca Yassahara Cruz García, volvió a ordenar que la sesión que se celebrará hoy para la presentación de la Distritación Electoral Local de Puebla, correspondiente a los distritos indígenas 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 26, sea a distancia y no presencial.

Es decir, la líder en el IEE se sigue pasando las observaciones, recomendaciones y sus responsabilidades por el arco del triunfo.

Mientras a ella y su panda de consejeros el erario los siga manteniendo, todo va a seguir igual.

Ya los temas electorales, legales, buenos y malos, esos pueden esperar.

Al fin y al cabo quien toma las decisiones en el IEE es Doña Blanca y sus flamantes asesores, como Marcos Rodríguez del Castillo, ex vocal ejecutivo de la Junta Local del INE en Puebla, y quien tiene el control total del instituto, así como otro consejero de nombre Jesús Arturo Baltazar Trujano.

Trujano, un verdadero pájaro de cuenta que goza de las mieles del poder gracias a la protección del IEE, de su presidenta y de su titiritero.

Y es que Arturo Baltazar aún enfrenta la denuncia en su contra por los presuntos delitos de operaciones de blanqueo de capitales y utilización de recursos de procedencia ilícita.

Porque al consejero se le descubrió el haber adquirido, poco después de la elección de 2021, un departamento y un automóvil de lujo por 4.8 millones de pesos, monto que rebasa sus ingresos económicos como funcionario público.

Parece extraño que al coordinador de asesores del senador Alejandro Armenta Mier, José Luis García Parra, se le haya condenado públicamente por haber comprado un auto de más de 4 millones de pesos cuando existen consejeros como Baltazar Trujano que hicieron lo mismo sin que nadie le dijera nada.

Dijera el clásico, “me huele a cochupo”.

Habrá que recordar que el consejero reportó ingresos –entre 2018 y 2021– por 2 millones 540 mil 165 pesos, por su trabajo en el IEE; sin embargo, pudo adquirir un departamento con valor de 3.7 millones de pesos y una camioneta de 1 millón 111 mil 900 pesos, lo que da un total de 4 millones 811 mil 900 pesos.

Lo aún más insólito es que el inmueble fue liquidado de contado, a través de siete depósitos, vía dos cuentas bancarias de BBVA y Banorte, apenas unos meses después de la elección del 2021.

El vehículo de lujo adquirido por el funcionario electoral fue una Jeep Wrangler Mild-Hybrid, placas de circulación 36Y-847, de Tlaxcala, con valor de un millón 111 mil 900 pesos, a nombre de Miguel Alejandro Hernández Barranco, quien posteriormente se lo endosó a Esmeralda Odette Hernández Romero, entonces pareja sentimental de Arturo Baltazar.

¿Y se escandalizaron de la compra del Audi R8 del asistente de Armenta?

Además, Arturo Baltazar también es acusado de diversas anomalías detectadas en la contratación del proveedor encargado de la impresión de papelería electoral y el Programa de Resultados Preliminares (PREP) en la misma elección de 2021.

¿Y qué creen?, el mismo consejero será árbitro electoral en Puebla en 2024.

Por cierto, a los angelitos del IEE ni porque acaban de regresar de vacaciones se les da la gana realizar sesiones presenciales, las cuales, según ellos, solo reúnen a los odiosos reporteros y medios de comunicación.

Es más, convocaron a presentación de la Distritación Electoral Local de Puebla dos días después de volver de su largo y placentero descanso por hacer nada.

Porque la pandilla del IEE disfrutó de 10 días de vacaciones (del 24 de julio al 4 de agosto) para descansar de las “agotantes y agobiantes” actividades a las que están sometidos.

Para eso sí emitieron un acuerdo que votaron en la Junta Ejecutiva (IEE/JE-035/2023) el pasado 30 de junio, en el que se señaló la aprobación del “periodo vacacional del ejercicio 2023 para las personas trabajadoras del Instituto”.

Empero, como a la fecha de regreso de sus vacaciones se le atravesó el fin de semana, nuestros flamantes consejeros todavía descansaron dos días más y volvieron a sus labores hasta el pasado 7 de agosto.

¿Qué tal?

¿A poco no, estos sí son verdaderos escándalos?