La guerra que libran los primos Mier, Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, ambos aspirantes a la candidatura de Morena al Gobierno del estado en 2024, va a provocarle muchos problemas a la 4T y al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Porque es un conflicto que tiene que ver directamente con las posibilidades de triunfo en Puebla, en los comicios federales del próximo año.

Porque si a la fecha Morena tiene las de ganar por la amplia aceptación que mantiene el obradorismo en el país, ¿qué necesidad habría de tener una elección complicada en el estado?

Es decir, si Morena gana con cualquier candidato o candidata la elección con la que se renovará la gubernatura, ¿por qué tener que complicar el camino con pleitos innecesarios?

Un problema que cada vez se agrava y agudiza más y más.

Y es que la guerra entre Alejandro Armenta e Ignacio Mier ha ido escalando a tal grado que los medios y reporteros que los cubren ya también tomaron partido y quieren ser protagonistas.

Ayer, por ejemplo, se dio un incidente en la conferencia de prensa de Alejandro Armenta, quien, igual que Nacho Mier, últimamente es muy afable con los medios y sus informadores.

El caso es que un sujeto, quien sabe de parte de quién, que apareció en la conferencia de prensa de Armenta, fue acusado, grabado y fotografiado tomando fotos de una reportera, a quien aseguraron estaba acosando.

El tipejo, quien se introdujo al evento quién sabe cómo, fue captado muy quitado de la pena sin que nadie le dijera nada.

Esto provocó, por supuesto, la solidaridad de los comunicadores con la reportera agraviada, pero obliga a los encargados de la organización y comunicación del senador Armenta a ser más rigoristas con quienes ingresarán a sus futuros eventos.

Sin embargo, el incidente fue aprovechado por bots y detractores de Armenta, los cuales acusaron a su gente de comunicación, encabezada por Pepe Tomé, de acosadores, cosa que me parece francamente una estupidez.

Sobre todo porque en aras de golpear y denostar públicamente, se incurre en el abuso de las redes y se cae en la difamación, cosa que podría convertirse incluso hasta en un delito.

Todo esto está provocando la guerra entre los primos Mier, quienes parecen no darse cuenta de que están desgastando a su partido y afectando la marca y su posicionamiento.

Lo peor es que tal parece que esta guerra podría prolongarse o intensificarse aún más, ya que Alejandro Armenta y Nacho Mier parecen despegarse de los otros aspirantes para convertirse en los favoritos.

Los elegidos para disputarse la candidatura de Morena al Gobierno del estado en 2024, apoyados incluso por el resto de los contendientes.

No por nada, ayer, Nacho Mier acordó con Claudia Rivera Vivanco, exedil, posar para la foto juntos, a mano alzada, para promover la unidad en Morena.

El encuentro entre ambos, desde luego, no fue casual, aunque así se afirme, más bien se cocinó para poder enviar un nuevo mensaje a los poblanos.

Porque en los últimos días, eso sí, la percepción generada por Nacho Mier, de que ya es el favorito de Morena para la gubernatura, le ha funcionado muy bien.

La publicación de las encuestas y la estrategia mediática de que alcanzó a Armenta lo mantienen como uno de los dos favoritos, aunque está claro que las cosas pudieran no estar tan fáciles porque, de lo contrario, Armenta no estaría siendo atacado con tanta rabia.

Y la renuncia de su despistado asistente, José Luis García Parra, se dio precisamente por el escándalo del “Audigate R8”, el cual tuvo como objetivo pegarle a Armenta.

Lo muy interesante de la reyerta entre los primos Mier, es que en el camino los dos han ido deshojando la margarita, conformando los equipos con los que pretenden ganar la tan anhelada candidatura.

Hace poco Alejandro Armenta se dejó ver con Julio Huerta, con quien, se dice, habría un acuerdo si es que él es elegido, mientras que por fin se dejó ver el juego de Nacho Mier con apoyo de Claudia Rivera.

Y la idea de que se dé un enfrentamiento entre Armenta y Mier, apoyados por Julio y Claudia, es lógica porque los cuatro comparten intereses.

En el caso de Nacho y Claudia a ellos los persiguió, fustigó y quiso exterminar el barbosismo, mientras que a Armenta y a Julio los une un pacto que justamente surge por el odio a los primeros, quienes nunca se sometieron al gobierno pasado.

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