El alma y tarea principal de todo sindicato es la defensa y representatividad de sus agremiados, así como el cumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores.

Es por ello que todo gremio debe contar con litigantes que garanticen el derecho de todos y cada uno de sus adheridos, sin excepción.

Sin embargo, en el Sindicato Único de Empleados y Trabajadores del Honorable Ayuntamiento de Puebla Instituciones Paramunicipales y Organismos Públicos Descentralizados (Suethapipopd) Lic. Benito Juárez García no es así.

Evidentemente, su secretario general, Gonzalo Juárez Méndez, desconoce en lo más mínimo el derecho laboral, por lo que carece de toda ética para poder defenderlo.

Lo suyo, dicen, más bien es cobrar y quedarse con las cuotas, como históricamente ha sucedido en el Suethapipopd.

Son más de 27 millones de pesos los que Gonzalo Juárez ha administrado referente a las cuotas de los trabajadores, incluyendo una partida de 240 mil pesos mensuales que recibe de la administración municipal bajo el concepto de apoyo para actividades cívicas, deportivas y culturales.

Por ello, ahora que se adorna, con sombrero ajeno, repartiendo cobijas en colonias de escasos recursos de la ciudad es oportuno señalar que estos beneficios provienen del apoyo de algunos empresarios, quienes apoyan al sindicato, y de los propios sindicalizados, quienes entregan una determinada cuota de cobijas y/o zarapes para que sean entregados por su líder y pueda adornarse en sus redes sociales.

Y lo mismo sucede con otras actividades disfrazadas de acciones sociales, las cuales, según fuentes del Suethapipopd, son forzosas.

Una de ellas es la participación del sindicato en la Carrera Guadalupana, con la que incluso se celebra una misa especial para los trabajadores del Ayuntamiento de Puebla, quienes acuden a adorar a la Virgen de Guadalupe.

El colmo del cinismo, juran, es que el líder sindical utiliza la fe de los trabajadores para hacer negocio, ya que lejos de utilizar la partida que da el Ayuntamiento de Puebla para este tipo de actividades, se cobra una cuota a los trabajadores por el viaje a la CDMX.

Por ello, aseguran, no existe una participación tan copiosa en esta actividad, pues cada año los trabajadores pagan su propio transporte, el uniforme y hasta una cuota para su desayuno.

Y lo mismo sucede el 06 de enero, pues son obligados a entregar una cuota para juguetes que Gonzalitos regala para quedar bien con sus agremiados y el resto de los ciudadanos.

Todo esto viene a colación por el contexto de la denuncia laboral interpuesta por quien fuera su asesor en política y medios, Rubén “N”, en enero del 2019, y que a lo largo de cuatro años, en un expediente de 700 fojas, Juárez Méndez no pudo defender, ya sea por orgullo, prepotencia o menosprecio.

El líder charro prefirió no presentarse a las audiencias y evitar dar la cara a su denunciante.

Eso sí, el secretario general del Suethapipopd ya fue declarado confeso ficto, es decir, tiene perdido el caso en al menos un 97 por ciento.

¿Quién supuestamente lo defendió?

Nada más y nada menos que su representante legal, quien según sus indicaciones se desentendió de la denuncia laboral, por lo que perdieron el litigio.

Empero, el asunto no para allí, pues resulta que, al reconocerse incapaz de poder defenderse, Gonzalo Juárez se vio obligado a contratar a un despacho privado, ya que la derrota lo había rebasado.

El conflicto es que ahora le paga a un despacho privado, con el dinero de las cuotas de los trabajadores, y esto podría derivar en diversos delitos pues el dinero de las partidas especiales es recurso público.

¿No habrá en el sindicato del Suethapipopd abogados capaces de enfrentar una denuncia laboral?

¿Tuvo que contratar el líder charro a un despacho privado para poder realizar lo que por naturaleza debiera ser el espíritu de la existencia de un sindicato, por pura incapacidad?

¿En serio?

Probablemente, tal vez, sólo busca postergar el problema en lugar de enfrentarlo para darle solución y no se incremente la deuda, ya que a la fecha debe pagar más de un millón 800 mil pesos

Porque ahora, cuando, mediante el laudo, se ejecute un embargo al edificio y a las cuotas de los trabajadores municipales, ya no habrá negociación que valga y Gonzalo Juárez deberá pagar la derrota más grande y cara que ha tenido en los siete años que lleva como secretario general del Suethapipopd.

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