Imaginen al mundo entero como un patio de juegos de una escuela primaria, en donde los países que son grandes y máximas potencias económicas y militares son los bravucones que buscan pelea, quitan el lunch a los menores y solo buscan problemas para salirse con la suya; por el otro lado, tenemos a los países pequeños y débiles, naciones africanas, latinoamericanas y una que otra asiática, en donde no pueden defenderse a sí mismos y tienen que sufrir los abusos y las hipocresías de estos bravucones.

En el sentido de las relaciones internacionales, la política y la economía, todos los países tienen sus propios intereses, absolutamente todos, sin embargo, hay intereses más turbios que otros, más oscuros, más deprimentes y más decepcionantes, en donde uno se da cuenta que la paz mundial es algo que está  demasiado lejos.

Cada nación y cada imperio surgió de la nada, por eso la famosa frase de “Roma no se construyó en un día”,  y es totalmente cierto, cada país hizo lo que hizo con tal de sobrevivir, prosperar y dominar.

Cada potencia que conocemos hoy en día tiene en su espalda miles de historias desgarradoras en donde gente sufrió y varias personas murieron.

Si escudriñamos la historia del viejo continente, Europa, podemos encontrar que en su mayoría, los países que ahora son súper potencias consiguieron su hegemonía a base de esclavitud, saqueos, repartición de África y guerras por dominio.

Y así nos podemos seguir con un artículo entero sin parar de analizar todo el daño que Europa le ha hecho al mundo, y no sólo la mayoría de Europa, países como  China, la URSS en su momento, Japón y Corea del Norte consiguieron su imperio a base de torturas, desapariciones, corrupción y una pésima política. No sé qué tan útil sea que algunos países se hayan disculpado por sus crímenes.

¿Qué pasa con Estados Unidos?

Hablar de Estados Unidos es sencillo y difícil a la vez, la comunidad internacional le pregunta “¿de qué lado realmente estás?”, en donde fácilmente respondería que no está del lado de nadie, sólo busca hacer absolutamente de todo con tal de satisfacer sus intereses.

Esto no es ningún secreto, de hecho, cada país velaría por sus intereses, pero, ¿por qué se le considera a Estados Unidos como un doble cara o como el país más hipócrita del mundo?

Una de las fuertes razones por las que el mundo lo considera así es por el ya famoso discurso de los norteamericanos de democracia, leyes, y libertad, sobre todo “libertad” donde en realidad estos tres conceptos han sido solo pretextos para justificar las invasiones y guerras en otros países, destruyendo otros territorios con tal de obtener su ganancia, dinero y petróleo.

Lo vimos en la Guerra de Corea, donde en el marco de la Guerra Fría envió armamento, soldados y suministros a una guerra tan innecesaria que llevó a dos naciones a separase para siempre e imponer su ideología.

Lo vimos en Vietnam, en donde conocimos todo lo que Estados Unidos fue capaz de hacer con tal de ganar un conflicto, el cual de hecho perdió, y ahora viene a decir estos  días que Vladimir Putin es un criminal de guerra ¡cuando Estados Unidos hizo lo mismito!, un bombardeo en contra de civiles vietnamitas causando dolor y sufrimiento. Es inaceptable lo que hace Putin, pero Estados Unidos no tiene cara para señalar y condenar lo que hace Rusia, la hipocresía en su máximo esplendor.

Estados Unidos señala los crímenes de guerra de otras naciones, sin saber que se ha trozado totalmente la lengua al saber todo lo que ha hecho en ya mencionadas naciones, y no sólo ahí, acusa a Rusia de criminal de guerra y busca cobardemente frenar su expansionismo, mientras a México le quitó parte de su territorio y ha sido el provocador de tantas guerras civiles que realmente se ha perdido la cuenta.

Critica y condena la migración de mexicanos y sudamericanos, los llaman violadores, ladrones y oportunistas; sin embargo buscan la mano de obra latina por ser buena, bonita y barata, tanto así que Vicente Fox declaró que “el mexicano hace los trabajos duros en Estados Unidos que los negros no quieren hacer”, una frase tan fuerte y con tintes racistas, se los dejo a su criterio.

Condenan su racismo, pero su misma gente no entiende y les duele que su país ya no es de blancos como el “típico y natural estadounidense”, sino una nación de varias culturas mezcladas, es más, en su inicio sus primeros pobladores no eran blancos, eran las naciones indígenas que conocemos como los apaches, cherokees, sioux, pieles rojas y demás, piel morena y pelo negro, ellos son los verdaderos norteamericanos.

Estados Unidos es sin duda de los países más odiados del mundo, sin embargo, esa etiqueta está de más cuando el mundo ve su poderío militar lo que sería un suicidio intentar retarlos en un conflicto armado, que por el bien de todos, esperemos no suceda; la guerra de Rusia y Ucrania aún está en incertidumbre, ojalá y esto no pase a mayores, si bien se necesita un análisis con verdaderos expertos en geopolítica y relaciones internacionales, esperemos que en este conflicto Estados Unidos utilice su prudencia y saber cuándo meter sus narices y cuando es prudente no meterse.