Este 4 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad y es una oportunidad para recordar las afectaciones que este problema de salud pública acarrea a la población y cómo es posible combatirla.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, se estima que desde 1975 esta enfermedad se ha triplicado, tanto que en 2016 incrementó a 1900 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes.

Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha detectado que, por primera vez en la historia del mundo, la población con exceso de peso superó a quienes están desnutridos.

¿Qué es la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad se padecen cuando existe un exceso de acumulación de grasa que puede acarrear otras enfermedades crónicas que son factores de riesgo para la salud, como son la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño y el cáncer.

Puede provocar, además, trastornos mentales o estados depresivos de diferente magnitud derivados de un elevado peso.

Actualmente, 800 millones de personas viven con la enfermedad, y millones más están en riesgo.

Se calcula que las consecuencias médicas de la obesidad costarán más de un billón de dólares para el 2025, y se espera que la obesidad infantil aumente en un 60 por ciento en la próxima década, alcanzando los 250 millones en 2030.

De acuerdo con la OMS, cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a causa de la obesidad o el sobrepeso.

En tanto, especialistas consideran que el incremento en la obesidad y sobre peso se encuentra estrechamente relacionado con los hábitos alimenticios, el consumo de comida chatarra y la vida sedentaria de las grandes urbes.