El respaldo público que dio el nuevo líder nacional de Morena, Mario Delgado, a Edgar Garmendia al reconocerlo como dirigente estatal en Puebla, es un duro golpe para el grupo del gobernador, Miguel Barbosa, y fortalece a la presidenta municipal, Claudia Rivera, rumbo al 2021.

Otra figura que salió fortalecida del proceso interno de Morena es el senador, Alejandro Armenta, que inteligentemente se alejó de la vida política interna poblana de Morena en espera de que se concreten resultados desastrosos en el 2021 para tomar el control del partido y perfilarse como el candidato a gobernador en el 2024.

Edgar Garmendia no tiene buena relación con el gobernador, Miguel Barbosa, es se podría decir que es mala.

Las aspiraciones de Gabriel Biestro como candidato a la Presidencia Municipal de Puebla siguen firmes, es el puntero en las encuestas al interior de Morena pero deberá establecer acuerdos en la planilla de regidores con Edgar Garmendia, Claudia Rivera y Alejandro Armenta y ahí se complicarán las cosas.

Por su parte, Claudia Rivera tiene una vez más las condiciones políticas de su lado al interior de Morena y podría concretar su intención de buscar la reelección para la Presidencia Municipal de Puebla.

Las condiciones políticas siempre son una circunstancia a favor o en contra y en esta ocasión le favorecen a la alcaldesa de la capital.

No obstante, las encuestas y su calificación como presidenta municipal no le favorecen por el momento y tendrá que redoblar esfuerzos para ser competitiva ante el favorito en todas las encuestas, el panista Eduardo Rivera Pérez.

Así que Morena tiene dos caminos: el primero de ellos lleva a un gran pacto entre el gobernador y Gabriel Biestro con Claudia Rivera y otros actores políticos de Morena y el segundo es que las cosas empeoren al interior de ese partido político.

Y así como van las cosas.

Las cosas en Morena empeorarán.
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