La Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Puebla, encabezada por Edgar Humberto Arias Alba, arrancó ayer el Proceso Electoral Concurrente (PEC) 2023-2024, con el que se elegirán 2 mil 286 cargos de elección popular en el estado.

Proceso que, además, involucrará a un electorado de más de 98 millones de personas en todo el territorio nacional y más de medio millón registrados para votar desde el extranjero.

Tan solo a nivel nacional, el PEC permitirá que se disputen más de 20 mil cargos públicos, entre los que destaca la Presidencia de la República, a nivel nacional; mientras que en el caso de Puebla, la gubernatura del estado, puestos actualmente encabezados por el partido Morena.

¿Cómo inicia el PEC en la entidad?

La respuesta es muy sencilla: en medio de un clima polarizado, complejo, nublado, caracterizado por la presunta violación a las leyes y con un árbitro local muy cuestionado.

Porque en el estado todo mundo se ha promocionado y ha incurrido en evidentes actos anticipados de campaña y nadie, ni el Instituto Electoral del Estado (IEE), ni sus consejeros, particularmente la presidenta Blanca Yassahara Cruz García, ni los representantes de los partidos, ni absolutamente nadie ha hecho nada por dignificar el trabajo del supuesto “árbitro” encargado de los comicios locales.

Ojalá que el INE local pudiera conminar al IEE y a sus malogrados consejeros para que corrijan su actuar, su actitud oficialista y su posición opaca y absurda ante un proceso que será muy competido.

Son muchos los motivos y argumentos para calificar como desaseado el proceso electoral poblano.

El IEE, evidentemente, ha dejado mucho que desear y lo peor que ni los partidos, ni las autoridades federales, como el INE, se han pronunciado al respecto.

La opacidad y el escándalo siguen siendo es el sello de la casa en el organismo.

A la fecha, la demanda laboral interpuesta en contra del instituto, de Blanca Yassahara Cruz y del resto del Consejo General del IEE, por despido injustificado, avanza.

Habrá que recordar que los exempleados argumentan que fueron echados del instituto por el simple hecho de haber laborado y formado parte de la administración pasada, desempeñando simplemente sus funciones como año tras año lo habían hecho.

Fueron cesados a pesar de contar con años de experiencia y de gozar de plaza permanente.

La denuncia fue interpuesta desde el pasado mes de julio del año en curso, ante el Tribunal de Arbitraje del Estado de Puebla, por lo que se le dio trámite en el mes de agosto, momento en que el IEE y su autoridad correspondiente, es decir, Blanca Yassahara Cruz, fueron notificados al respecto.

La querella quedó marcada bajo el expediente número D-58/2023. “Alma Liliana Jiménez Alvarado y otros vs Instituto Electoral del Estado de Puebla”.

Los denunciantes son los extrabajadores: Roberto Carlos Ruiz Nochebuena, Adriana María Rivera Pérez, Daniela Hernández Méndez, Jorge Arturo Roa Gutiérrez, Norma Angélica Camacho Jasso, Alejandro Nikleson Flores de la Torre, Ana Loren Martínez Beristain, Rafael Herrera Niño de Rivera, Lorenzo Marco Antonio de Castilla Rivera y Emanuel Estrada Machorro.

¿Qué tal?

Y ayer los consejeros del IEE posaron muy rimbombantes para la foto en la Junta Local del INE, qué descaro.

Por algo los consejeros y gran parte de la estructura del instituto electoral poblano sigue siendo objeto de críticas y de toda clase de especulaciones sobre sus procesos, sus decisiones y su forma de operar, tanto en materia laboral como administrativa.

¿Qué carajo habremos hecho los poblanos que tenemos un “árbitro electoral” de ese tamaño?

A ver cómo nos va en la elección del 2024.
Porque en el IEE ya brotó un escándalo más del que en breve daré cuenta.

Ya lo leerán.

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