Si de por sí el proceso interno de Morena para definir al coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Puebla estaba entrampado y muy complicado, ahora con la disposición del Instituto Nacional Electoral (INE) la cosa se puso peor.

Y es que el organismo electoral le ordenó a Morena, y al resto de los partidos, designar a cinco candidatas mujeres y cuatro hombres para las nueve gubernaturas que se sortearán en 2024.

Algo, desde luego, que ni la dirigencia nacional, ni la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) de Morena tenían previsto.

Aunque me parece que el partido de la 4T se va a pasar por el arco del triunfo el ordenamiento, ya que su convocatoria es muy clara y su intención es postular a cinco candidatos y únicamente a cuatro candidatas.

Ya el propio Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena, advirtió que la convocatoria de su partido se va a ejecutar a cabalidad.

Esto, desde luego, entrampa todavía más el proceso morenista para definir a sus candidatos y candidatas a gobernadores. Por ello será hasta el próximo miércoles cuando se conozca a los aspirantes que serán medidos en la encuesta final.

Así que aún permanece en vilo la definición de sus aspirantes en los nueve estados en los que se renovarán las gubernaturas.

Empero, de todo esto, lo realmente grave para Morena es que en Puebla las cosas cada día se están complicando más si es que su candidato es mujer.

Porque las mujeres aspirantes a la candidatura a la gubernatura de Puebla si bien son conocidas, no son muy competitivas, lo que pondría en riesgo el triunfo de Morena en el estado.

Y para comprobarlo, basta con echarle un ojo a cualquiera de las encuestas que han presentado los aspirantes más fuertes, particularmente los primos Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, senador y diputado federal de la 4T, respectivamente.

Además de las mediciones y estudios de opinión presentados por el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien sería el más beneficiado y principal promotor de que el candidato de Morena no fuese quien va como puntero en las encuestas, ni el primero, ni el segundo mejor posicionado, pues.

Porque esto, desde luego, le da posibilidades, por qué no, de poder pensar en la posibilidad de ganar Puebla.

Lalo, hay que subrayarlo, no está mal ubicado en las encuestas y en su próximo informe de labores va a demostrar su arrastre.

Las preguntas para los morenistas, en este sentido, serían ¿con Olivia Salomón Vivaldo retiene la 4T la gubernatura del estado?

¿Lo podría hacer con Claudia Rivera Vivanco, quien perdió la capital y se la entregó al PAN en la última elección?

¿Es realmente una opción competitiva, y no una cuota para cachar otro cargo, la petista Lizeth Sánchez García?

Me parece que estas tres opciones, junto con Julio Huerta Gómez, son las más convenientes para la oposición en el estado.

Por ello, la dirigencia nacional de Morena no se arriesgaría a dejar fuera, en el caso de Puebla, al candidato o a los aspirantes más competitivos o con mayores posibilidades de triunfo.

Aún más si, como se dice, ya existen diferencias entre el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata presidencial de Morena, por la designación de su abanderado en la Ciudad de México (CDMX).

Habrá que recordar que en aquella demarcación el gallo de Claudia es Omar García Harfuch, su exsecretario de seguridad; mientras que el presidente está pujando porque se imponga Clara Brugada, exalcaldesa de Iztapalapa.

Otro gran problema para los morenistas poblanos con mayoría es que sus cartas ya están abiertas y está claro su juego.

La reunión convocada ayer por Julio Huerta muestra el bloque organizado para tratar de bloquear y descarrilar a los Mier, insisto, los aspirantes más competitivos de Morena.

Llama la atención que, a excepción de Rodrigo Abdala Dartigues, exdelegado de los Programas de Bienestar; el resto de los asistentes al encuentro convocado por Julio Huerta son originalmente barbosistas.

Evidentemente, ese grupo morenista, integrado ahora por Rodrigo, por Olivia Salomón, por Norma Layón Aarun, Lizeth Sánchez y José Antonio Martínez García, parece negarse a desaparecer de la escena política local, por lo que el mensaje enviado es claro y tiene la firme intención de no dejar pasar a los primos Mier.

¿Habrán medido las consecuencias si es que ninguno de ellos es candidato y cualquiera de los Mier se impone?