De manera permanente quedará instalado en Puebla un protocolo de acción por contingencia del volcán Popocatépetl, afirmó el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, mismo que se elabora con investigadores del Cupreder de la BUAP,  mientras que el estudio para determinar la afectación pulmonar en los habitantes se mantiene.

El gobernador precisó, en conferencia de prensa, que estarán establecidas las acciones a seguir, en caso de un aumento de la actividad del coloso, aunque actualmente la alerta se encuentra  en Amarillo Fase 2.

Aunque el Comité Científico Asesor del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) determinó modificar el semáforo volcánico, luego de 16 días, Céspedes Peregrina argumentó que no se puede bajar la guardia.

Dejó en claro que se tomó la decisión de generar una política de acción de manera permanente junto con profesionales de la BUAP, quienes tienen la experiencia social y antecedentes desde el evento que se dio en 1994 cuando se dio la evacuación.

Pese a que existe un programa, que por cierto, en su momento se utilizó por el aumento de la actividad del Popocatépetl, subrayó que es necesario su actualización ante cualquier contingencia.

Es más, indicó que los habitantes de Tianguismanalco le han referido que “no se preocupen” que ellos están tranquilos con la actividad del coloso, “es algo normal”.

“Se busca que este protocolo genere una conducta y un manual que esté de forma permanente para generar las condiciones necesarias para actuar ante cualquier situación que pudiera suceder”, señaló Céspedes Peregrina.

Dijo que la Secretaría de Gobernación (Segob), junto con expertos del Centro Universitario Para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) elaboran el documento de actuación “Por si Acaso”.

Por su parte, el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, subrayó que los Centros de Atención Médica de Emergencias Volcánicas, quedarán como código “UV”, y en el momento en que aumente la actividad volcánica se dará la atención médica.

Y es que aseveró que los especialistas  en los últimos días ya no tenían consultas, por ello, tuvieron que regresar a sus áreas destinadas.

Finalmente, dijo que continuarán con el estudio de afectación pulmonar en los habitantes de las zonas más cercanas al coloso, y con el apoyo de la BUAP y científicos privados que se han sumado, estarán realizando los trabajos médicos los días miércoles y jueves, para concluir en cuatro meses la investigación y tener políticas públicas que aplicar a las personas afectadas.