Los nuevos escándalos en el IEE, ahora con ‘Doña Blanca’

Es una lástima que el Instituto Electoral del Estado (IEE) de Puebla no logre transitar de administración en administración y de elección en elección como un organismo libre de escándalos y corrupción.

Casi todos sus consejeros presidentes han estado inmiscuidos en escándalos que han arrastrado al instituto a un terreno pantanoso de podredumbre -política y administrativa- del que nunca ha podido salir.

Sucedido con casi todos sus consejeros presidentes, con Alejandro Necoechea Gómez, con Jorge Sánchez Morales, con Armando Guerrero Ramírez, con Jacinto Herrera Serrallonga, con Miguel Ángel García Onofre y ahora con la primera mujer que lo preside, Blanca Yassahara Cruz García.

Porque en el caso de Sofía Marisol Martínez Gorbea, ella, tal vez, está exenta debido a que sólo cubrió un interinato que a la postre derivo, ya en la era de la 4T y con un nuevo control, en la presidencia de García Onofre.

El caso es que el IEE siempre está envuelto en escándalos de todo tipo, particularmente por la soberbia con la que siempre ha sido administrado y representado.

Recientemente, con la renovación de la presidencia, se empezaron a gestar cambios, anunciados, desde luego, previamente por la nueva consejera Blanca Yassahara Cruz, quien prometió el sol, la luna y las estrellas para bien el instituto.

Así, el IEE despidió al secretario ejecutivo, Cesar Huerta Méndez, aduciendo que se negó a participar en el proceso de ratificación del cargo y debió hacerlo, cosa que el mismo ahora exfuncionario rechazó alegando que los consejeros carecían de facultades para destituirlo debido a que él fue nombrado por siete años y su encargo terminaba en 2026.

A pesar de ello, los consejeros apoyaron la iniciativa de la consejera presidenta y lo destituyeron sin mayor explicación.

Empero, a partir de ese momento los demonios en el IEE se soltaron y empezó una especie de cacería, limpia, purga o campaña de despidos que está afectando toda la estructura del organismo.

“Doña Blanca” ordenó poner de patitas en la calle a trabajadores de base y de confianza que, según ella, no cumplen con los requisitos y el perfil para permanecer en el IEE.

¿Qué tal?

Por ello, entre la base de trabajadores del IEE se dice que los despidos masivos son parte de los caprichos de la nueva consejera presidenta, quien a su llegada al organismo había jurado que primero se realizaría un diagnóstico y después, si era necesario, se darían posibles cambios.

Empero, esto no sucedió, y a poco más de un año de que arranque el proceso electoral del 2024, la estructura del organismo se está desmoronando.

¿Qué no recordará la consejera presidenta todos los problemas que enfrentó el instituto, los reveses legales por la aplicación errónea del criterio del consejo general y los mil y un problemas resueltos para tratar de mantener estabilidad legal y electoral?

¿Otra vez el IEE tendrá que empezar de cero?

¿Cuánto tiempo llevará formar una nueva estructura, la cual dé certidumbre a la organización de los próximos comicios?

¿Hay tiempo para ello?

Tal parece que no.

Por lo pronto, a la fecha suman alrededor de 20 los despidos en el IEE, cosa que podría generar un nuevo escándalo porque la mayoría, aseguran, son injustificados.

Y para variar, los consejeros, incluida la propia presidenta, no han salido públicamente a dar la cara por los trabajadores, quienes incluso -en algunos casos- fueron notificados de su baja el mismo día que se presentaron a trabajar.

Vaya papelón que está jugando Blanca Yassahara Cruz, quien llegó a la presidencia del IEE con una cara pero ya con el poder sacó su verdadera personalidad.

Para variar, a los despedidos no se les ha notificados sobre una liquidación o una mediación laboral, por lo que ya algunos están pensando en proceder legalmente contra el IEE.

Y es que, según la presidenta, se realizaría un análisis al interior del organismo para poder erradicar los vicios y conflictos relacionados con su estructura y gasto, ya que según había duplicidad de funciones en algunas áreas.

Lo que no sabe es que en muchos casos, en el instituto ni siquiera cuentan con personal suficiente para cumplir con todas sus responsabilidades.

Lamentablemente, y según un diagnóstico dado a conocer el pasado 15 de marzo del 2022, se tomó la decisión de “optimizar recursos y mejorar resultados”, por lo que la Unidad de Formación y Desarrollo del IEE tendría la encomienda -de los consejeros- de corregir las deficiencias en el diseño y descripción de la estructura administrativa.

Esto permitiría, supuestamente, iniciar una evaluación sobre los integrantes de la plantilla laboral, a fin de verificar que cumplieran con el perfil requerido; sin embargo, Doña Blanca prefirió -de un plumazo- despedir, ya en una primera etapa, a 20 trabajadores.

Eso sí, se expulsó sólo a los trabajadores que se consideran como “no confiables” porque los colaboradores personales de los consejeros, quienes les cargan hasta las bolsas, a esos no los tocaron. A pesar incluso de que algunos consejeros tienen hasta dos asistentes.

Por cierto, estos empleados de confianza cobran un buen salario y cuentan con el privilegio de estar cerca de algún consejero o consejera del IEE, aunque tengan que hacer mandados de todo tipo, desde la tintorería hasta los pagos de los servicios personales.

Todo esto ya empezó a generar una inconformidad generalizada al interior del IEE por los abusos en contra de los trabajadores, quienes son objeto de todo tipo de acciones, desde espionaje, sanciones, descuentos salariales por supuestos retardos y despidos.

Así que mientras Blanca Yassahara Cruz le carga la mano al personal de base y de confianza del IEE, a los asistentes de los consejeros les permite entrar y salir a laborar a la hora que se les antoje.

Allí está el caso, por ejemplo, del asistente del consejero Arturo Baltazar Trujano, de nombre Juan Carlos Sánchez Leonardo.

A continuación la lista de trabajadores del IEE despedidos:

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