Al diputado de Morena, líder del Congreso del Estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, no le hizo falta destaparse oficial y públicamente como aspirante al gobierno del estado porque ya actúa como candidato, habla como candidato y saluda como candidato.

Pero no es candidato.

Aunque el legislador está convencido de que él será el próximo candidato de Morena.

Así de grave está la cosa en el partido de la 4T.

Por algo la secretaria general de Morena a nivel nacional, Citlalli Hernández Mora, exigió que en Puebla se termine el jaloneo y privilegie la unidad de una vez por todas.

Y por algo, también, se ofreció de mediadora en el pleito entre las distintas corrientes de Morena.

El caso es que Sergio Salomón parece haber olvidado su pasado y su muy bajito conocimiento entre los poblanos.

Empero, temo decirle que los números son fríos y contundentes.

Y, en la carrera por el 2024, muy por encima de él están las otra dos “corcholatas” del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, es decir los titulares de la Secretaría de Economía, Olivia Salomón Vivaldo; y el de la Secretaría de Salud, José Antonio Martínez García.

Eso sin mencionar al senador Alejandro Armenta Mier, quien lidera la justa por la candidatura de Morena.

Ayer, lo que se vio en el 1er. Informe de labores de Sergio Salomón fue, desde luego, el músculo que está obligado a tener el líder del Congreso local, quien preside la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Es más, habría sido un pecado el hecho de que el líder legislativo poblano no hubiese registrado un lleno en su informe, más aún cuando estaba en su tierra natal, Tepeaca, y cuenta con recursos de sobra.

Es hasta lógico que el informe de Sergio Salomón Céspedes haya estado atiborrado de acarreados, de amigos, de seguidores, de diputados, de ediles, de familiares y de funcionarios, encabezados por el gobernador Barbosa.

¿O alguien recuerda que el informe de otro líder del Congreso haya estado vacío?

Si hasta el malito de Gabriel Biestro Medinilla, hoy titular de la Secretaría del Trabajo, tuvo un informe de relumbrón en su momento como líder del Poder Legislativo.

A Céspedes Peregrina lo sigue hasta la “oposición legislativa” simple y sencillamente porque es el líder del Congreso, el dueño del presupuesto y los dineros de aquel poder de gobierno.

Y como dicen que “papelito habla”, su informe no podía ser la excepción.

Eso sí, está vez pronunció un discurso con muy pocos tropiezos en su dicción porque no leyó como acostumbra, improvisó bien, memorizó muchas frases y arengó de manera efectiva a los presentes, además que agradeció y elogio muchas veces el apoyo del mandatario poblano.

El también coordinador de la bancada de Morena en la LXI Legislatura, tal como estaba obligado a hacerlo, mostró “el punch”.

Se mostró como un aspirante muy interesado en competir en el proceso electoral del 2024, particularmente por su cercanía con el gobernador poblano.

La pregunta del millón es ¿le alcanzarán a Sergio Salomón Céspedes sus canicas?

Porque hoy por hoy brilla porque es el mandamás del Congreso ¿pero cuando deje de serlo?

El diputado, hay que reconocerlo, tiene un buen equipo que le maneja las redes sociales, la imagen y que hasta lo cuida porque de repente no es tan ducho para la oratoria.

Por algo tienen a sus consultores de cabecera cobrando en la nómina del Congreso.

Si hasta Jorge Estefan Chidiac, líder de la bancada del PRI, le ha permitido que se muestre como un político de altura de miras, de carrera y ducho en los temas legislativos, cosa que en realidad no es así.

Lo que no cuadró en el informe de Sergio Salomón es aquello de “no queremos de regreso el mal pasado, no queremos de regreso a los que hicieron del gobierno un botín político y personal, a quienes saquearon a Puebla”.

¿Tan pronto olvidó su sociedad y pacto con el morenovallismo?

Bien dicen, cría cuervos y te sacarán los ojos.

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