No es casual que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tenga en la mira el estado de Puebla, se mantenga al tanto de lo que sucede en la entidad y esté presionando para que su consulta de revocación de mandato sea un éxito.

El objetivo no es otro que mantener el estado en su poder, política y electoralmente.

Por ello lo de su reciente visita a Casa Aguayo, y por ello, también, su intención de encabezar el histórico y tradicional desfile del 5 de mayo.

Y a eso mismo se resume la presencia de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, académica e historiadora de la BUAP, quien se paseó por el Centro Histórico sin los guaruras que generalmente tiene AMLO.

La esposa del mandatario asistió al edificio Carolino de la Benemérita institución so pretexto de asistir a la Feria Nacional del Libro (Fenali) de la BUAP, donde se dejó ver, retratar -muy cordial- y hasta entrevistar.

Cosa curiosa, cuando últimamente funcionarios del gobierno como Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación, corren y se esconden para evitar dar declaraciones en torno a la campaña proselitista que encabezan por el tema de la consulta del próximo 10 de abril.

El caso es que el presidente está empecinado en que en Puebla la consulta para la revocación sea efectiva de cara al 2024, ya que es un estado de los más importantes en todo el país por su padrón electoral.

Vaya compromiso que tiene Eric Cotoñeto Carmona, operador del gobernador Miguel Barbosa, quien tiene la responsabilidad de que la votación en la consulta obradorista sea copiosa y millonaria.

¿Será que a los poblanos les interese votar algo irrelevante que no está contemplado en la Constitución?

¿Se darán el tiempo para salir a votar y apoyar una ocurrencia político-electorera?

Ya lo veremos.

Por lo pronto, sería bueno cuestionarse ¿quién sería el gallo de AMLO para la gubernatura?

¿Sería Ignacio Mier Velasco, coordinador de la bancada de Morena en la cámara de diputados del Congreso de la Unión?

Nacho Mier, por cierto, es quien se colgará o no la medalla del tema de la reforma energética, la cual está a punto de someterse para ser votada. Ya la iniciativa y la propuesta presidencial están listas.

El diputado federal está aprovechando el tema de la reforma para hacer campaña en Puebla y medir sus posibilidades de cara al 2024, momento en que le agradaría convertirse en el sucesor del gobernador Barbosa.

De más está decir que si Nacho logra que la reforma eléctrica se apruebe en la cámara de diputados, entonces tendría motivo suficiente para solicitarle al presidente la oportunidad de buscar y ganar la gubernatura del estado.

O ¿sería el Senador Alejandro Armenta Mier, quien pudiera convertirse en el abanderado de Morena al gobierno poblano?

¿O para quién querrá Puebla el presidente?

El senador es quien ha utilizado el tema del Litio y el medio ambiente para hacer proselitismo en el interior de la entidad, donde ha permeado su figura por haberse adelantado sobre su primo, Nacho.

Armenta jura y perjura que será el candidato de Morena, el que gane el 2024 y al que apoye el gobernador Barbosa, quien, según él, lo va a respaldar en todo momento.

Es más, dice que su primo Nacho se le va a sumar.

¿A quién apoyaría AMLO de los Mier?

¿Respetaría el veto del gobernador Barbosa?

¿O de plano está pensando en alguien más?

¿Tal vez una mujer?

¿Será?

Por lo pronto, ambos tienen sendas instrucciones para fortalecer las ocurrencias presidenciales del próximo 10 de abril, igual que el resto de los funcionarios de primer nivel del gobierno de la república, quienes se pasean en aviones grises y andan en franca campaña.

A propósito ¿cuándo irán a atender sus responsabilidades?

Porque el país arde en inseguridad, pobreza, desempleo, enfermedad, crisis económica y matanzas sangrientas.

Ya ni la joden.

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