A menos de dos semanas de que la NASA y SpaceX envíen por primera desde 2011 a dos astronautas a la Estación Espacial Internacional desde suelo estadounidense, la agencia aeroespacial de EU inicia los preparativos para “una nueva era en los viajes espaciales con humanos” bajo la sombra del coronavirus SARS-CoV-2.

Han pasado nueve años desde que la NASA dio de baja su programa de transbordadores espaciales y desde entonces la agencia pagaba a Rusia para que transportara a sus astronautas a la estación espacial, y de ahí que el lanzamiento programado para las 16.33 hora local (20.33 GTM) del 27 de mayo sea tan importante para el país.

El transbordador estadounidense SpaceX Crew Dragon que llevará a los astronautas Robert Behnken y Douglas Hurley, durante un proceso de comprobación final en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida.

Robert Behnken y Douglas Hurley, que desde este miércoles se encuentran en aislamiento preventivo, serán los elegidos para este primer viaje en el transbordador estadounidense SpaceX Crew Dragon, que despegará del Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida).

El mundo está experimentando diferentes grados de cuarentena para evitar el contagio del SARS-CoV-2, un proceso habitual y rutinario para los astronautas en este tipo de misiones, pero que ahora afrontan con “mucha más cautela”.

En condiciones normales, la tripulación de la misión Demo-2 se prepararía para el lanzamiento mediante un proceso conocido como “la estabilización sanitaria del vuelo” el que cual se aislarían durante las dos semanas previas al despegue para protegerles a ellos y al resto de compañeros presentes en la estación espacial.

Este aislamiento es complicado de mantener por culpa de la pandemia ya que puede haber familiares entrando y saliendo al exterior en sus respectivos hogares, por lo que tanto Behnken como Hurley tienen la opción de pasar la cuarentena en las instalaciones del Centro Espacial Johnson (Texas) antes de trasladarse a la plataforma de la lanzamiento.