Ahora que Claudia Sheinbaum Pardo ha sido ungida oficial y legalmente, según las leyes de la 4T y de Morena, como coordinadora de Defensa de la Transformación en el país, lo que la convierte en la candidata a la Presidencia en 2024, parece el momento de las mujeres.

Y si a esto le sumamos que Xóchitl Gálvez ya es la abanderada de la oposición y el Frente Amplio por México (FAM), es un hecho que será mujer la heredera de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Es decir, en 2024 México tendrá, por primera vez en su historia, una presidenta.

Así que la guerra por la administración del país se definirá en un tú a tú, en un tiro directo y un agarrón, entre Claudia y Xóchitl, entre Morena y el FAM.

El hecho de que hoy la mujer mexicana esté empoderada y representada por ambas aspirantes le pone un toque muy interesante al proceso electoral que está por venir.

Particularmente, porque el momento de las mujeres llegó a la política y ahora tienen que aprovecharlo.

Por algo ha vuelto la versión de que en Puebla podría ser mujer y no hombre el abanderado de Morena al Gobierno.

Sobre todo por el reacomodo que se está dando tras la designación de Sheinbaum Pardo, quien en una de esas podría llevar mano en las candidaturas a los gobiernos.

La pregunta es: ¿qué tanto podría pesar la decisión y opinión de Claudia para definir candidatos y candidatas en los estados donde habrá elección a gobernador?

¿Permitirá AMLO que desde ahora Sheinbaum lleve mano?

Por cierto, la abrupta salida de Olivia Salomón Vibaldo del Gobierno del estado y de la Secretaría de Economía dice algo.

Deja ver, a botepronto, que Olivia, si se define en Morena que en Puebla toca candidata por el reacomodo en los otros estados, podría salir triunfante debido al acercamiento que tiene con Claudia Sheinbaum y al apoyo irrestricto de parte del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Y esa posibilidad, desde luego, no le desagradaría nada al mandatario, quien ha empezado a deshojar la margarita y a colocar sus fichas para ganar espacios y candidaturas de cara al 2024.

Porque el mandatario está decidido a apostarle en Puebla a las mujeres.

Por ello, nadie dude que en la escena política local empiecen a aparecer con más fuerza figuras femeninas, además de la misma Olivia, como Claudia Rivera Vivanco, exedil; Edurne Ochoa, activista, consultora en comunicación política y perspectiva de género y derechos humanos, presidenta de 33 Mujeres A. C.; Nora Merino Escamilla, diputada local del PT, entre algunas otras más.

La pregunta del millón es: ¿y si en Puebla es candidata, entonces, qué pasaría con Ignacio Mier Velazc

No veo de qué forma Morena y su estructura va a permanecer unida y cohesionada luego de que se defina quién será su candidato o candidata al Gobierno en el estado.

¿No habrá sido prematura y muy arriesgada la decisión de Olivia Salomón?

Porque pareciera, tras el reacomodo y las designaciones en Morena, que Nacho Mier se habría fortalecido y beneficiado, ya que Adán Augusto López Hernández, su gran amigo y aliado ante AMLO, está muy cerca de Claudia Sheinbaum.

Nacho, además, es el poblano más cercano a AMLO, con quien mantiene una excelente relación; asimismo, es un buen aliado de Sheinbaum, lo que lo mantiene en la pelea por la candidatura al Gobierno de Puebla, sin descartar a los demás.

Empero, también está la alianza Armenta-Huerta, la cual pretende detener la avanzada nachista a como dé lugar.

Alejandro y Julio también se anduvieron placeando en el Consejo Nacional de Morena, incluso dieron muestras de que están presentes en el grupo más cercano de Claudia, la encargada de darle continuidad, después de AMLO, al proyecto de la 4T.

Por lo pronto, el gobernador Sergio Salomón ya perfiló sus cartas, hombres y mujeres, para el 2024, ya veremos en lo que resulta.

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