El martes por la noche, al final de su visita de Estado en Moscú, el presidente chino, Xi Jinping, dijo a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que se avecina un cambio que no se ha producido en 100 años. Xi agregó que están impulsando juntos este cambio y le pidió a Putin que se cuide.

Durante su estadía de dos días, Xi presentó a Putin su plan de paz para poner fin a la guerra en Ucrania y selló importantes acuerdos políticos y económicos. Los líderes brindaron por el desarrollo de las relaciones ruso-chinas y la asociación estratégica en la nueva era.

También cerraron un acuerdo para construir un gigantesco gasoducto que llevará gas desde Siberia hasta el noroeste de China. En una declaración conjunta, expresaron su preocupación por el creciente refuerzo de los vínculos entre la OTAN y los países de la región Asia-Pacífico y acusaron a la Alianza Transatlántica de socavar la paz y la estabilidad regionales.

La cumbre entre Xi y Putin buscó demostrar unidad ante las potencias occidentales y fue interpretada como un espaldarazo a Putin, quien enfrenta un pedido de captura de la Corte Penal Internacional por denuncias de deportación ilegal de niños ucranianos.