El encarcelamiento de José Arturo Rueda Sánchez de la Vega, director del Diario Cambio, es el tema de las sobre mesas, de las reuniones políticas, de las juntas empresariales y hasta de las chorchas periodísticas.

Y todos concuerdan: “cada quien tiene lo que se merece”.

Es brutal la coincidencia, pero los agraviados por Rueda son muchos.

Funcionarios, ex funcionarios, empresarios, periodistas, ciudadanos de a pie, mujeres asesinadas, activistas, estudiantes, en fin, la lista es muy larga.

Parece broma, pero las víctimas de la difamación salen a borbotones.

Trascendió, incluso, que ante esto podrían aparecer más denuncias por extorsión, por difamación y lo que se acumule.

Dicen que por ello uno de los dos dueños de Cambio podría pasarse un buen rato en la cárcel.

Empero, el segundo tema que va de la mano con el chisme del “administrador de reputaciones” y “vendedor de tlacoyos” son los daños colaterales.

Así es.

Los daños a terceros, como dijeran los ajustadores de seguros.

Porque el escándalo en Cambio y todo su tufo de corrupción va a arrastrar a más de uno.

El más perjudicado, por supuesto, es el coordinador de la bancada de Morena en la cámara de diputados, Ignacio Mier Velasco, quien muy decente y caballerosamente ya se deslindó de su socio.

Y no es para menos.

Ahora que está en las grandes ligas es muy endeble a los escándalos.

Todo lo raspa y lo perjudica.

Lo que no vislumbró Nacho es que el momento del deslinde llegó tarde y en el pecado llevó la penitencia.

Tuvo que ser detenido su socio Rueda para que el diputado federal dejará de apoyar todos sus excesos.

Y todo mundo sabe que él es quien siempre ha estado detrás de Cambio y de su director.

Vamos, de la prosperidad de su diario.

Es más, todas las historias de la sociedad de los dos carnales, sus filias y sus fobias, su empoderamiento y demás ya lo están contando sus propios protagonistas.

Esos periodistas que ambos dañaron y perjudicaron.

Algunos de ellos, Zeus Munive y Mario Alberto Mejía.

El caso es que la repercusión y el escándalo de Rueda le pega de frente a las aspiraciones políticas de Nacho Mier, quien quiere ser el candidato de Morena en Puebla para 2024.

¿Le alcanzará?

Más bien, ¿lo aceptarían los ciudadanos?

Si bien Nacho es muy cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien lo ha defendido y hasta respaldado, a pesar del fracaso de la reforma eléctrica, el escándalo y los delitos a los que se le vincula son muy graves.

Lavado de dinero, evasión fiscal y operaciones con recursos ilícitos, en los que, además, se involucra al ex auditor y tercer socio de Rueda y Mier, Francisco Romero Serrano.

El entramado es una papa caliente.

Un laberinto sin salida.

Un problemón del tamaño del socavón.

Y un conflicto que entrampó a Nacho y a Rueda pero que le deja el paso libre al senador Alejandro Armenta Mier.

Porque Armenta es el aspirante al gobierno de Puebla más adelantado en Morena.

Y la ventaja en números, en una de esas, podría ser irreversible.

Por cierto, también Armenta es uno de los difamados y extorsionados por Arturo Rueda, y también lo denunció por el mismo delito que el diputado local Jorge Estefan Chidiac: extorsión.

Así que eso refuerza su ventaja en la carrera y en la disputa.

Es Alejandro Armenta el más beneficiado, insisto, por ser el más adelantado.

Ya veremos si capitaliza la coyuntura y aprovecha la desgracia de Rueda, de Nacho y del diario Cambio.

Depende de él dar la estocada final.

Por cierto, otro daño colateral seguro será en las finanzas de Diario Cambio.

¿Qué sucederá ahora con aquellos ayuntamientos, dependencias y demás entes de gobierno que firmaron acuerdos publicitarios con Diario Cambio?

¿Lo habrán pactado bajo presión, extorsión o “buena voluntad”?

Ya sabemos de qué tamaño son las exigencias de sus socios, y por algo algunos han cedido.

Después les cuento de algunos.

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