Afortunadamente en Puebla no se han dado hechos violentos, sangrientos y aterradores en un estadio, como los registrados el fin de semana pasado en Querétaro, durante el encuentro entre gallos blancos y los zorros del Atlas.

Gracias a Dios las porras de los locales han sido maduras, conscientes y se han sabido comportar a la altura, particularmente la del Puebla de la Franja, además que la seguridad del estadio y del estado han sido muy oportunas.

Y si a esto agregamos que atinadamente el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta ya dispuso que se garantice la integridad en el Cuauhtémoc -revisando los protocolos-, ahora que los camoteros siguen sin perder y permanecen de lideres en la liga MX, las cosas podrían mejorar para bien del aficionado.

Sin embargo, en Puebla sí existe una “tradición” que se ha convertido en el terror de muchos ciudadanos, de niños, adultos y personas de la tercera edad, de los animales y hasta del medio ambiente.

Esta “afamada práctica del folclor mexicano” sigue latente y cada que entra en su temporada deja escándalo, heridos de gravedad, muertos, viudas y huérfanos.

Y lo peor: está en las calles de la entidad.

Resulta una paradoja que los actos públicos se mantengan en orden en el estado, pero los eventos organizados como este dejen olor y una estela de muerte.

Es el caso del festival de los famosos huehues.

En los festivales de los huehues, carnavales que se organizan y celebran poco antes de la temporada de Cuaresma, antes del primer miércoles de ceniza, se fusionan, supuestamente, tradiciones indígenas y españolas con motivos históricos y culturales.

Se supone que el carnaval de los huehues es uno de los rituales más ancestrales de Puebla, particularmente el del municipio de Huejotzingo, ahora gobernado por Morena y por la edil Angelica Alvarado Juárez, quien brincó del PRI, al PAN y luego al partido de la 4T.

El nombre de huehues viene del Náhuatl y significa viejos, y es una tradición en la que los indígenas se disfrazaban de personas de la tercera edad para celebrar y beber pulque, néctar que sólo los sabios podían consumir, según las creencias.

Esta representación se hacía, también, para mofarse de los españoles y de sus tradiciones, por lo que la caracterización de los danzantes era muy peculiar, toda vez que se utilizaban armas como espadas, fusiles y hasta cañones.

A esto se suman instrumentos musicales, como guitarras, violines, flautas y percusiones, así como máscaras, maquillaje y pelucas.

La intención de esta “tradición” es llamar la atención con gritos, carcajadas, con disparos al aire y con las personas bailando en las calles, gritando ¡ahí vienen los huehues!.

El festival de los huehues se lleva a cabo en los antiguos barrios de Puebla, como el de El Alto, el de Analco, el de Xonaca y/o el de La Luz, los cuales eran habitados por los indígenas de la ciudad.

Empero, el tradicional carnaval de los huehues se celebra, además de la capital poblana, en municipios como Tetela de Ocampo, Acatlán de Osorio y Huauchinango.

Las vestimentas de los huehues varían, incluso por barrio y colonia, por lo que no es extraño observar caracterizaciones de personajes prehispánicos, de zapadores, de indios, de zuavos, de zacapoaxtlas y españoles. El disfraz de diablo es el más característico y el que nunca falta.

Los huehues bailan “La muñeca”, “el baile de los listones” y “la tregua”.

Sin embargo, esta “tradición” se ha vuelto ya una temporada de terror -un desmadre- que no controla, desde hace más de tres años, Angélica Alvarado, quien gobierna Huejotzingo el lugar más representativo del estado, pues en el festival de los huehues se siguen registrando muertos y heridos de gravedad.

¿Qué necesidad de que una supuesta tradición que puede realizarse en paz y tranquilidad se convierta en un festival de sangre y muerte?

¿O a poco ya olvidaron que los estudiantes de la Upaep y la BUAP, Francisco Javier, José Antonio Parada y Ximena Quijano, además del conductor de Uber, José Manuel Vital, fueron asesinados en Huejotzingo -en 2020- tras acudir a su carnaval de huehues?

¿Qué espera Angelica Alvarado para hacer algo con su mentado festival de huehues, una tradición marcada por la muerte?

¿Cuántos muertos más quiere para hacer algo al respecto?

¿Cuándo va a garantizar la seguridad de los ciudadanos y de los propios protagonistas de su carnaval, donde se manejan armas de fuego y pólvora, las cuales se combinan con el alcohol?

El fin de semana se volvieron a registrar balazos, un muerto y varios heridos, lo que ya es tradición en Huejotzingo.

Municipio, insisto, gobernado por Morena, por la 4T por Angélica Alvarado y en el que no hace falta que haya guerra como en Ucrania, ni fútbol como en Querétaro, para que se dé un saldo negro, de terror y muerte.

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