El presidente del COI, Thomas Bach, clausuró los Juegos Olímpicos de Invierno en el Estadio Nacional de Pekín y entregó la estafeta de la edición 25 a Milán-Cortina D’Ampezzo 2026. Después de 17 días de competencias, el certamen del gigante asiático será recordado por las hazañas de los deportistas que subieron en el podio, de quienes sorprendieron sin ser favoritos, y las lágrimas de la patinadora Kamila Valieva y la esquiadora Mikaela Shiffrin, estrellas de Rusia y Estados Unidos.

La pista del estadio conocido como Nido del Pájaro se llenó de luz, con cientos de faroles portados por niños y un copo gigante para recibir a los 91 países y sus representantes. Un nudo, símbolo de la unión de todas las naciones del mundo, dio paso a los protagonistas de la justa.

Entre homenajes a los voluntarios y a los nuevos miembros del COI, el alcalde de Pekín cedió la bandera olímpica a Bach, quien se la entregó al primer edil de Milán como colofón del inicio de la Olimpiada de Milán-Cortina D’Ampezzo del 6 al 22 de febrero 2026.

Los Juegos 2022 se desarrollaron en medio de una burbuja sanitaria y sin espectadores debido al covid-19. Reunieron a 2 mil 911 deportistas, quienes representaron a 91 comités olímpicos. Noruega finalizó en la cima del medallero (16 oros), seguido de Alemania (12 áureas) y China (nueve doradas).

Para los anfitriones represen-tó una nueva marca de títulos, gracias a la esquiadora freestyle Eileen Gu, quien se colgó tres preseas, dos de oro, y al joven snowboarder Su Yiming, campeón en big air y plata en slopestyle.

La decepción fue la esquiadora estadunidense Mikaela Shiffrin, llamada a ser una de las estrellas, incumplió los pronósticos en las seis pruebas en las que participó. Ayer finalizó cuarta en equipos mixtos.

Kamila Valieva conmovió al mundo al fallar estrepitosamente en el programa libre. La rusa, de 15 años, clara favorita del patinaje artístico, no pudo controlar los nervios, la presión y el estrés tras ser el centro de atención durante más de una semana al darse a conocer su positivo por dopaje.

Un día después de haber ganado la prueba por equipos con Rusia y ser la primera patinadora en lograr un salto cuádruple en una justa olímpica, se reveló que había dado positivo a finales de diciembre pasado a una sustancia prohibida que mejora la resistencia. Por su edad, el Tribunal Arbitral del Deporte la dejó competir en la prueba individual, donde se impuso en el programa corto, pero en el largo, ni de lejos lució lo que es, se cayó en dos ocasiones, incurrió en múltiples errores y aun así, fue cuarta, detrás de sus compatriotas Anna Shcherbakova, Alexandra Trusova y la japonesa Kaori Sakamoto.

Al hilo de las decepciones se sumó el hockey sobre hielo masculino. Las grandes potencias, Estados Unidos y Canadá, sin sus estrellas de la NHL, retenidas por sus equipos para jugar los partidos que se habían aplazado debido al coronavirus, fueron eliminados en cuartos de final.

La tercera gran potencia de este deporte, el equipo ruso, perdió ayer la final ante una sorprendente Finlandia (2-1), que ganó el primer título de su historia.