Colombia está al borde de una dictadura militar con 548 desapariciones registradas durante los 12 días de movilización popular en contra del gobierno de Iván Duque, afirmó Leonardo Díaz, Coordinador de Protección y Pedagogía del programa Somos Defensores.

En conferencia de prensa del Colectivo Por la Paz en Colombia desde México (COLPAZ), Díaz dijo que el diálogo aceptado por el actual mandatario de ese país ha sido meramente formal y ha ignorado lo que debería ser el principio de cualquier negociación, que es el respeto a los derechos humanos y el cese inmediato de las acciones represivas.

Llamó también a no dejar que la narrativa represora gane terreno y a evitar el uso del término vándalo que las autoridades utilizan para referirse a todos los manifestantes, como forma para justificar la represión y la matanza.

Añadió que, pese a la represión, la movilización popular ya frenó la reforma fiscal que buscaba el gobierno de Duque, con el consejo y guía de Álvaro Uribe, y logró la renuncia de dos ministros, el de Hacienda y de Relaciones Exteriores.

A su vez, Gilberto López y Rivas, profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, afirmó que la crisis en Colombia es producto del intervencionismo estadounidense en América Latina “pasamos de Trump a Biden, pero el terrorismo global de Estado sigue existiendo”.

Explicó que, pese al cambio de partido en Washington, el cártel más grande del mundo, que señaló es la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, sigue funcionando para hacer que las ganancias del narcotráfico sigan llegando a los grandes bancos.

Añadió que es importante difundir lo que está pasando en Colombia y no permitir que el gobierno de Duque gane la batalla de la narrativa. También señaló que es preciso buscar que personalidades y gobiernos se pronuncien en contra de la represión contra la población civil de manera clara y precisa, “da pena que los gobiernos se queden callados por lo que está sucediendo”, sentenció.

 

Con información de la Jornada