El gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, y el Senador Alejandro Armenta Mier volvieron a romper su alianza y retomaron su lucha personal la cual, al parecer, nunca terminó desde poco antes de la segunda campaña electoral encabezada por el hoy mandatario.

Porque Armenta sabía que desde el momento que anunciara públicamente y por adelantado que buscará la candidatura al gobierno del estado -en 2024-, como lo hizo recientemente, tendría serios problemas con el mandatario.

Y así fue.

La noticia no gustó nada al gobernador poblano.

A pesar de ello el senador sigue trabajando intensamente en su plan y estrategia.

Opera, gestiona y construye su proyecto desde el Senado; teje lazos, mueve piezas, pacta alianzas y coloca a sus alfiles y piezas clave en cargos que le servirán para poder cristalizar sus aspiraciones.

Armenta es un político, hay que decirlo, hecho en tierra y con experiencia política, eso lo logró durante su momento como un marinista consumado.

Porque hay que subrayar que Armenta se hizo en el PRI y en el marinismo, grupo político que le dio vida como político, pues lo catapultó por ser uno de sus más fieles y destacados elementos, uno de los integrantes del círculo más cercano al “gober precioso”, Mario Marín Torres, aún prófugo de la justicia por la detención ilegal de la periodista y escritora Lydia Cacho Ribeiro.

Hoy por hoy, Alejandro Armenta cuenta con relaciones de primer nivel, con el reconocimiento del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con aliados del gabinete federal, con operadores en el Congreso del Estado, con el apoyo de algunos ediles poblanos y con el respaldo de muchos líderes en Morena en Puebla.

De hecho, recientemente, logró que Edgar Garmendia de los Santos, uno de sus incondicionales, se tomara la foto con Mario Delgado Carrillo, líder nacional de Morena, para lanzar el mensaje de que ya tenía el control total de su partido en el estado.

De paso, Armenta cuenta con el apoyo total de Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, quien fue un factor importante en la designación de Fredy Erazo Juárez, como magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP).

Todo esto no ha gustado nada al gobernador Miguel Barbosa, quien sigue viendo en Armenta a un traidor.

El mandatario lo ve con recelo porque sabe que desde que le disputó la gubernatura en cualquier momento se lanzaría nuevamente a querer rebasarlo, por su ambición política.

Y ahora con la designación de Fredy Erazo, tejida e impulsada por Armenta, al gobernador le ha quedado todo claro.

Armenta es otro de sus enemigos.

Así es, ya tiene claro que el senador no es un hombre confiable y le jugará las contras al barbosismo en la próxima elección intermedia, en la que el ex priista buscará acomodar a sus subordinados y aliados en las distintas candidaturas.

La lucha en Morena por la elección, igual o peor que en el PAN, va a ser una guerra sangrienta, así que lo mejor está por venir, como dijera el clásico.

Sin embargo, las diferencias entre el gobernador Barbosa y Armenta esta vez parecen irreconciliables, pues el mandatario no se ha medido en las criticas lanzadas al senador y a Fredy Erazo, a quien acusó de estar aliado con José Cristian Romero Aguirre alias “El Grillo”, supuesto líder de una banda de narcomenudista, a quien habría defendido legalmente tras su detención.

Fredy Erazo, por cierto, es asesor jurídico y electoral, del senador Armenta, quien ya logro meterlo a la juda electoral de cara al próximo 06 de junio del 2021.

Además, Erazzo Juárez se hizo famoso en 2019 por haber protagonizado una conversación, grabada por Édgar Moranchel, ex titular del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado Municipal de Atlixco (Soapama), en donde le propuso a Violeta Lagunes inyectarle miel a Barbosa para que le diera un coma diabético.

Esto con el fin de que Alejandro Armenta fuese designado el candidato a la gubernatura del estado.

Por eso, y por muchos otros motivos que están por revelarse, ni Armenta, ni Fredy Erazo son personas honorables para el gobernador Barbosa, quien no pudo evitar la designación del nuevo magistrado del TEEP.

Por cierto, ni el cabildeo del flamante coordinador de la bancada de Morena en la cámara de diputados federal, Ignacio Mier Velazco, pudo evitar el nombramiento de Fredy Erazo, quien también pasó por encima de él.

Así que se abrió un nuevo frente para el gobierno, una nueva guerra.

A ver cómo logra Morena en Puebla lidiar con sus graves conflictos internos e intentar ganar la próxima elección en el estado.

Ya la conflagración electoral se puso más buena.

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