Datos ofrecidos por la CIA revelaron información sobre como se llevo a cabo la estrategia de ataque que utilizaron en contra del líder de Al-Qaeda, Ayman al Zawahiri, la cúal culminó con su muerte durante el fin de semana en Afganistán, el segundo mayor golpe al grupo militante desde el asesinato de su fundador Osama bin Laden en 2011.

La localización de Zawahiri era, hasta hace un tiempo desconocida, la operación de rastreo fue un trabajo “cuidadoso, paciente y persistente” por parte de la comunidad de antiterrorismo e inteligencia.

El Presidente Biden fue informado de la situación, haciendo preguntas a detalle sobre lo que se sabía y cómo se sabía, haciendo hincapié en aspectos del el sitio donde se encontraba, el clima así cómo consultarlo con un gabinete de abogados expertos sobre la legalidad del objetivo.

El 25 de Julio el presidente Biden convoco a su gabinete y asesores a una sesión para llevar a cabo la discusión sobre el cómo el asesinato del líder de Al-Qaeda afectaría las relaciones con Afganistán. Al finalizar dicha sesión se llegó a un acuerdo donde se autorizó un “ataque aéreo personalizado y precioso” condicionado a llevarse a cabo con el mínimo riesgo para los civiles. El ataque fue llevado a cabo durante el 30 de Julio a las  21:48 hrs con un dron que disparó un misil tipo “Hellfire”.