Si bien en apenas 120 días de gobierno es muy difícil poder lograr resultados concretos que acaben de tajo con la inseguridad, con el ambulantaje, con la deteriorada imagen urbana de la ciudad y con los cientos de problemas que heredó el gobierno de Morena en la capital, el cambio logrado por la administración de Eduardo Rivera Pérez es evidente.

Y es muy fácil demostrarlo mencionando tres acciones básicas logradas, que resultan ejemplos muy sencillos: la poda de los jardines, la relaminación de calles y la solución a los baches de la ciudad.

El gobierno morenista del pasado no pudo hacer ni eso.

La ciudad fue un caos durante tres años, se mantuvo en penumbras en ese tipo de espacios, por ejemplo. Incluso la zona de Angelópolis y muchos otros lugares que antes estaban iluminados y fueron muy concurridos se encuentran así, abandonados.

Y Angelópolis, hay que subrayarlo, hoy por hoy es la zona con más plusvalía que caracteriza, desde luego, a Puebla como municipio e incluso como estado.

Es más, en lo personal creo que a los ediles, incluido Lalo Rivera, les convendría hacer un informe de más tiempo de gobierno y acciones, porque no se puede hacer mucho en tan poco tiempo, y deben reconocerlo.

A los poblanos, me parece, nada los llena ni conforta después de todo el desastre en que está convertido Puebla tras el paso de Morena.

Si se trata de criticar y fustigar al estado para estar en el ojo del huracán en los medios nacionales sería mejor que no estemos en la palestra ni política ni mediática.

Es más, sería bueno que regidores como Leobardo Rodríguez Juárez, quien formó parte de la administración pasada, dieran cuenta del por qué se hizo tan poco en la ciudad durante el gobierno de Claudia Rivera Vivanco.

Y muestre, con argumentos sólidos y concretos, que se hace bien y que se hace mal en la actual administración. Sin problema, él podría comparar las acciones del antes y el después.

Porque insisto, Morena dejó de hacer hasta lo básico, que era la limpieza de la ciudad, el orden y el control de su imagen.

La inseguridad y el ambulantaje son de los grandes pendientes del pasado y actual gobierno, por lo que allí tendrá Eduardo Rivera que apretar las tuercas para que pronto se logre un efecto positivo.

Los ambulantes son un cáncer, sin duda, pero se expanden porque venden y porque comercian productos que la gente puede comprar, ante esta situación económica tan difícil por la que atraviesa el país.

Algo que está haciendo bien el gobierno de Lalo Rivera es implementar un esquema de comunicación directo con los distintos actores políticos, ciudadanos, con los medios de comunicación y con los protagonistas de la capital.

Sólo hay casos muy específicos en los que el gobierno de la ciudad tiene diferencias o discrepancias con los medios, por ejemplo.

Pero son casos aislados, son ya temas personales.

En lo personal, un asunto que me parece es muy relevante en el gobierno de Lalo Rivera es la creación de las estancias infantiles en la ciudad, esas que por el gobierno federal y el de Andrés Manuel López Obrador -por sus filias y fobias-(AMLO) decidieron eliminar.

Porque las estancias infantiles son de total apoyo a las madres solteras, quienes tienen que salir a trabajar y a ganarse el pan de cada día ya con la confianza de poder dejar a sus niños en un lugar seguro.

Hay que tener claro que el gobierno de Eduardo Rivera tampoco está descubriendo el hilo negro, sino simple y sencillamente está resolviendo, primero, todos los pendientes básicos que le heredaron.

El tema de la gobernabilidad también parece un asunto pendiente que poco a poco se va a ir resolviendo, ya que la elección en las Juntas Auxiliares, por ejemplo, se registraron varios incidentes que ojalá pronto queden superados.

Literalmente, Puebla capital tiene que ser reconstruida para poder volver a los primeros lugares en los distintos rubros de gobierno, particularmente en turismo, seguridad, economía, gobernabilidad, reordenamiento comercial, entre otros.

Ojalá que el rescate de la ciudad no tarde.

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