A la alianza Morena-PT en Puebla cada vez se le complica más el panorama político-electoral por sus infinitas disputas internas y por el grave jaloneo que se está dando a causa de la distribución de todas las candidaturas.

Y es que el pleito ya no sólo está en Puebla capital, entre Claudia Rivera Vivanco y Gabriel Biestro Medinilla, la edil capitalina y el líder del Congreso local, respetivamente, sino que ya se extendió a la zona conurbada, al interior del estado y, lo peor, a otras dependencias.

Así es, porque en varios entes de gobierno, como en la Secretaría de Bienestar que encabeza Lizeth Sánchez García, los moquetes, los trompones, los ganchos al hígado y los piquetes de ojos están a la orden del día.

La guerra entre militantes, compañeros de trabajo y amigos ya es una constante, y un mal solapado por su autoridad y por una sola razón: las candidaturas.

Petistas contra morenistas, petistas contra petistas, o morenistas contra morenistas, es la lucha que se libra por ganar adeptos, o por simplemente obtener el resultado de un acuerdo que simple y sencillamente no se respetó, motivo por cual se están dando con todo en la Secretaría de Bienestar.

El problema radica en que petistas, y hasta morenistas, acusan que Lizeth Sánchez está imponiendo candidatos, según sus intereses personales, en las distintas regiones del estado. Y juran que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta no tiene conocimiento de las cosas.

Son muchos los inconformes en todo el interior del estado, quienes a pesar de haber sido fieles a la titular de Bienestar, al PT y a Morena, ahora los han marginado y olvidado en la distribución de candidaturas.

Las imposiciones, según algunos de los quejosos, se concentran en la región de San Martin Texmelucan y Huejotzingo, en Tlahuapan, para ser exactos, donde la funcionaria impulsa a Mauro Crispín, ex edil del municipio, pero quien ha perdido tres contiendas electorales seguidas.

Empero, la molestia se agrava debido a que Fabián Miranda, quien es el mejor posicionado en la región, y quien garantiza el triunfo para la alianza Morena-PT, según las distintas mediciones y encuestas, y no el protegido de Lizeth Sánchez, ha sido desplazado por la funcionaria.

Empero, lo mismo sucede en municipios, como San Salvador El Verde, Chiautzingo, Juan C. Bonilla, San Martin Texmelucan y Huejotzingo.

Otro ejemplo es el de Chiautzingo, donde se va a imponer a Salvador Juárez, actual regidor del Cabildo de la región, y a través de quien se realizan todas las gestiones de la “alianza felicidad”, un programa, según los pobladores de la comunidad, que ha resultado fallido por no tener, ni pies, ni cabeza, toda vez que condiciona a sus beneficiarios con tal de hacer efectiva su afiliación al PT.

En Huejotzingo, aseguran, existe un conflicto igual de grave, pues Lizeth Sánchez ya negoció con la actual presidenta Angélica Alvarado Juárez, a quien ya no quieren en el municipio por la infinidad de sus escándalos y su camaleónica ideología política, pues operó con el marinismo, con el morenovallismo y ahora con el barbosismo.

Se dice que en la región la mejor carta, y más competitiva, sigue siendo Jorge Luis, “El chino”, Torres, quien representa a los textileros y a los militantes petistas de la región.

En el caso de Juan. C. Bonilla, la titular de Bienestar tiene como gallo a la esposa del presidente municipal, Joel Lozano Alameda, de nombre Araceli.

Las quejas e inconformidades contra Lizeth Sánchez crecen porque se dice que tiene muchas ligas con el PRI, con el morenovallismo y con el PAN, en general, pues desde su particular, quien es gente cercana a Pablo Fernández del Campo, hasta la relación que tiene con el sub secretario, Carlos Méndez, hijo de Apolonio Méndez, connotado panista poblano.

A la encargada de Bienestar en el estado se le achaca la imposición de candidatos endebles y no competitivos, toda vez que busca, según sus detractores, sólo pagar favores políticos.

La acusan de ampararse y tener el aval del líder nacional del PT, Alberto Anaya Gutiérrez, además del apoyo y luz verde del gobernador Miguel Barbosa.

Sin embargo, se dice que al haber roto alianza con su máximo operador en el interior del estado, de nombre Juan Landeros, la funcionaria se quedó sola y sin cuadros destacados para encabezar las candidaturas.

Habrá que recordar que a Lizet Sánchez se le ha acusado de acaparar las candidaturas y de estar condicionando los apoyos que otorga el gobierno a cambio del respaldo en los comicios entrantes.

¿Qué opinará al respecto el gobernador Miguel Barbosa?

Vamos a ver qué dice.

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